“Te haré el amor. Te lo haré lento, despacio, calmado y sin apuros; intenso y apasionado. Quiero que sientas que sólo tú importas y que nuestro entorno es insignificante comparado contigo. Miraré tus ojos tratando de entrar en ellos, miraré tu cuello, tu pecho. Experimentarás una agradable tormenta de pasión, un calor inmortal y varias lluvias de besos. Mis manos junto a las tuyas, por momentos en tu cadera y bajarán un poco más. Te diré que soy un chico malo, que me he portado mal y bajaré por tu cuerpo, al sur, muy al sur para encontrarme con mi castigo… Seré frenético, pero no bestial.”