Transistor, la perfección de lo imperfecto

Transistor, lo nuevo de Supergiant Games es un efímero sueño que evoca fácilmente a la primera gran obra de la compañía, Bastion. Quizás por usar el mismo motor gráfico o porque ambos sean “Action RPG” realizados en perspectiva isométrica de lugar a confusiones, pero no te dejes engañar…

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Transistor goza de una personalidad y un carisma que pocas veces vemos en un juego de este calibre. Al igual que pasó en Bastion, la figura del narrador goza de un papel muy importante. La voz en off que nos guiaba lo largo de aquel juego esta vez se reencarnará en nuestra espada, la cual da nombre al juego. 

Ambientado en un futuro con estética cyberpunk junto a unos gráficos pictóricos nos pone en el papel de una chica a la que le han robado su voz. Armada con una espada poseída por el espíritu de un hombre nos lanzamos a la búsqueda de estos curiosos ladrones. Lo que en un principio es una trama extraña, acaba siendo una de las partes más entrañables del juego, dale una oportunidad y te juro que no te dejará indiferente. Es una historia simple de venganza, en un mundo lleno de personalidad dónde la mayor lacra es su propia complejidad. 

Acabarás disfrutando de cada rincón de Cloudbank, la ciudad retrofuturista que te ira maravillando a cada paso. Muchas veces tendrás esa extraña sensación en la que resulta difícil saber qué es lo que tienes ante ti, pero por confuso que estés acabaras sumergiéndote en ese distópico pasillo que conduce a Red, nuestra protagonista, al final del juego.

El sonido del juego es un claro punto de inflexión que rezuma perfección siendo la parte que lo sujeta firmemente y embellece cada aspecto gráfico del juego. 

Y si la historia es buena, los gráficos son una amalgama de colores exquisitos y el sonido rezuma belleza ¿qué pasa con la jugabilidad? Pues dónde en su anterior juego flaqueaba, en esta ocasión Transistor tiene un sistema de combate complejo y muy original. Durante el combate contaremos con un tiempo bala, un parón en el que podremos elegir entre desplazarnos y usar nuestras habilidades hasta llenar una barra que limitará el número de acciones que podemos realizar por turno. La combinación de habilidades son el mayor atractivo del juego, y aunque al principio parece complicado, lo acabarás alabando. 

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Además sigue siendo uno de esos juegos añejos donde nuestra vida no se restaurará de manera automática, y cada vez que los enemigos consigan eliminarnos perderemos una habilidad. Tened cuidado, porque siempre perdemos la mejor que tengamos activa. ¿En que te afecta esto? Sencillo, según el combo que utilices, no solo tendrás que volver a montarlo sino que te sancionaran sin la habilidad durante parte del juego. Admito que esa parte me encanto en un principio, aunque más adelante no deja de ser una simple curiosidad ya que rara vez moriremos si no es contra algún final boss.

Contaremos con cuatro ataques principales, que elegiremos entre diferentes habilidades. También podemos usar las habilidades como complemento, otorgándonos daño o características especiales… Cada habilidad tiene una destreza principal, secundaria e incluso una tercera cuando la usas como complemento.  La inteligencia con la que mezcles las habilidades te otorgará diferentes experiencias de juego.

Y no es oro todo lo que reluce en Transistor, yo hubiera agradecido que no fuera un lineal pasillo al que le cuesta arrancar, algo más de dificultad y una mayor variedad de enemigos. Pero siendo estos los puntos más flojos del juego, quedan todos en segundo plano teniendo en cuenta que todo lo demás roza la perfección y te hace disfrutar como un niño.

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