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A partir de lo que te pase hoy, no podrás llevar una vida normal. Tendrás que basar tu decisión elegir lo que consideres el mal menor. Como siempre, tienes dos opciones:
La primera es sufrir una transformación que deformará tu cuerpo hasta...

A partir de lo que te pase hoy, no podrás llevar una vida normal. Tendrás que basar tu decisión elegir lo que consideres el mal menor. Como siempre, tienes dos opciones:

La primera es sufrir una transformación que deformará tu cuerpo hasta convertirte en un ser horrendo. Un feo deforme de apariencia asquerosa. Queda claro, ¿no?. Estas deformaciones no te causarán ninguna minusvalía, en ese aspecto tendrás una vida normal. Lo jodido será que tendrás que lidiar con la sensación de ascopena que produzcas a los demás. En el fondo, seguirás siendo tu pero con otro aspecto.

Tu otra opción es una transformación en tu mente. Conservarás tu aspecto intacto pero tu mente se desdoblará. Tendrás repentinas lagunas en las que tu “otro yo” pasará a controlar tu cuerpo. Solo el 50% del tiempo serás consciente de lo que haces. El resto del tiempo te dominará una versión oscura de tu personalidad. No llegará a ponerte en riesgo, ni hará daño físico a quien se cruce contigo en ese estado; pero será un hijoputa en toda regla que usará todo lo que sabes para putearte a ti y a tus seres queridos psicológicamente. Desvelará todos tus secretos, les dirá a tus conocidos las cosas que sepa que más les puedan joder y se meterá verbalmente con cualquiera que pase por allí. Maquinará para que te quedes sin amigos y te dejará en ridículo siempre que pueda.

Tendrás que elegir entre ser feo por fuera o feo por dentro, pero sea como sea, esa fealdad causará una repulsión hacia ti.

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