jmtomasena:

Estaba viendo un video. Más exactamente, el trailer de un cortometraje de que se exhibió hace unas semanas en el festival de Cannes. Lo curioso es que rara vez me toca editar textos en Magis de gente que conozco, y esta es la primera anomalía, porque yo a esta chica la conozco: se llama Dalia Huerta y fue la fotógrafa del documental de otra persona que conozco: mi mujer. 

Pero lo verdaderamente anómalo, lo que me llevó a detener el trailer, regresarlo unos segundos, volverlo a ver, dos, tres veces, y luego pausarlo y hacer un pantallazo y guardarlo como imagen .jpg y decidirme a subirlo a este espacio y a escribir este comentario, fue que hace poco más de un mes estuve en el mismo lugar desde el que está tomada esta foto. Reconozco, sin poder dudar, el vértice de ese balcón blanco, la puerta abierta a la mitad, y al fondo, más allá del mar azul, un pedazo de montaña: el otro lado de la bahía.

Digo, no se si literalmente es el mismo departamento (podría ser uno o dos pisos más abajo), pero hace unas semanas yo vacacioné ahí.

Ya lo decía hace unos días: una los puntos. Y después por qué creemos que existe el Destino, la Casualidad Universal, Dios.