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20 de Octubre, Monterrey, México, Domingo Mundial de las Misiones con los Niños

La homilía del Hno. Edgar Alberto Montes, OSJ, en su visita a Misa con Niños de San José de la Montañaimage
En nuestra Iglesia tenemos todos una misión. Pero, qué es una misión? Si nosotros nos vamos a un diccionario, ahí dice que una misión es una actividad confiada a una persona para que la realice. A alguien se le encomienda algo y tiene que realizarlo. Y, Jesús, hoy en el Evangelio nos habla de que debemos anunciar el Evangelio. Por qué? Porque somos bautizados y, en el Bautismo, se nos dieron tres regalos que son: La Fe, la Esperanza y la Caridad. Estas tres virtudes se nos regalan en el Bautismo. La Fe nos va a ayudar a proclamar la Palabra de Dios y, en este Domingo, estamos pidiendo por las Misiones. Se han fijado que en el rosario (misionero) tenemos varios colores: Amarillo, azul, blanco, verde y rojo. Pero, qué significan? Acuérdense que estamos en el mes del Rosario y de las Misiones. En el Rosario Misionero el color verde representa al continente Africano, el azul va a representar al continente de Oceanía, el continente que representa el color amarillo es Asia, el blanco nos va a representar al continente Europeo y el color rojo representa a América. Se le ha puesto el color verde a Africa para representar la esperanza, en el continente Africano tenemos una esperanza de que se evangelice, de que la Palabra de Dios llegue a aquellos hermanos que ni siquiera conocen la Fe, que ni siquiera han escuchado hablar en sus vidas, de Jesús. Tenemos la esperanza de que el continente Africano se va a evangelizar, por eso necesitamos hacer oración hoy y siempre por los Misioneros. Se le ha puesto el color azul al continente de Oceanía, porque representa las aguas que lo rodean y, el agua es un medio de purificación, de limpieza. El amarillo representa la luz en el continente de Asia, representa la iluminación. Por qué se le ha dado ese color? Porque, actualmente, ellos están viviendo una situación muy difícil, ya que los cristianos más martirizados y perseguidos en el mundo, se encuentran en Asia. El color blanco de Europa es porque ahí surgió toda nuestra historia de la Iglesia, ahí empezó a moverse. Porque de ahí surgieron los primeros Misioneros que cruzaron los mares y salieron a evangelizar a los lugares. Y, en América, el color rojo representa la sangre que han derramado los mártires; en este continente se ha derramado la sangre de muchísimos mártires, principalmente, al inicio de la evangelización del continente.
   Luego de esta explicación, Edgar le pregunta a los niños: ¿Quién conoce a un Misionero? Después de un silencio, hace un ejercicio, el cual consiste en que los que están de un lado voltean a ver a los del otro lado y viceversa y luego dice: ¡Les presento a un Misionero! Y, después dice: “Ahora veanme a mí”. Y, vuelve a preguntar: ¿Quién conoce a un Misionero? Y, todos al unísono contestan: ¡Yo! Dice Edgar; “¡Todos somos Misioneros!” Somos Misioneros porque cada uno de nosotros tenemos que anunciar el Reino de Dios, desde nuestras personas. Dice San José Marello: “Haz de lo ordinario, algo extraordinario”. Desde lo que les toca ser en su casa: Ser hijo, esposa, esposo, estudiante, ser trabajador. Desde lo que tú eres, ahí empieza la Misión y, con qué herramientas? Con las que recibimos en el Bautismo que son: Fe, Esperanza y Caridad. Con esas herramientas que Dios nos ha dado, vamos a poder proclamar el Evangelio, para poder decir como dice el Apóstol Pablo: “Que hermoso es ver correr por los montes al mensajero de Dios”. Cada uno de nosotros debemos ser portadores de la Buena Noticia. Dice un dicho mexicano: “Nadie da lo que no tiene”. Si nosotros queremos ir a predicar a Cristo ¿A quién debemos de llevar? Pues a Cristo. Y, ¡ojo!, no podemos decir: ¡Te presento a Jesús! ¡Si no lo conozco! ¿Por qué? Porque nadie da lo que no tiene. Una vez que hemos conocido a Cristo y ser sus discípulos, ahora sí somos Misioneros; somos enviados del Señor y nuestro ejemplo de Misionero es Jesús, porque El fue el Enviado del Padre.
   Para terminar la reflexión, nos contó que en Asia, en China, está prohibido ser católico, está en la ley que aquel que sea católico será fusilado. En un reportaje se dio a conocer que hay seminaristas que se están formando en China y, ellos saben que si el gobierno se entera que son católicos, los van a fusilar y, decía uno de ellos: “A mí no me importa morir, a mí no me importa saber que si me descubren me van a matar, a mí no me importa, a mí lo que me preocupa es haber muerto sin predicar la Palabra de Dios”.
   Que el Señor nos ayude a reavivar nuestro espíritu misionero y pidamos por las Misiones, en comunión con el Papa Francisco… Que así sea. Por Conchis Gema en Soy Oblato México.