Durazno sangrando, de 1975, es el segundo álbum de estudio de la banda de rock argentina Invisible y el octavo en el que tiene participación decisiva Luis Alberto Spinetta. Invisible estaba integrado por Spinetta (guitarra y voz), Pomo Lorenzo (batería) y Machi Rufino (bajo).
Se trata de una obra conceptual inspirada en el tradicional libro chino El secreto de la flor de oro, obra taoísta sobre meditación atribuída a Lü Dongbin, difundida en occidente por Richard Wilhelm y Carl Jung. Está integrado por solo cinco temas, incluyendo una de las canciones emblemáticas del cancionero de Spinetta, “Durazno sangrando”, de donde toma su título el disco, único tema del álbum a su vez interpretado en el mega recital Spinetta y las Bandas Eternas organizado por Luis Alberto Spinetta en 2009 para celebrar sus 40 años en la música
Fue grabado en el año 1975 en los estudios CBS y presentado en vivo (Teatro Coliseo 21 y 22 de noviembre de 1975).
La tapa del disco diseñada por Eduardo Martí fue censurada por las autoridades comunales de la ciudad de Rosario, a fines de 1976.
Letras:
Encadenado al Ánima:
Sí, el viejo portal del cielo
Sí, el viejo portal del cielo
Puede enfriar los cuerpos de hoy y ayer
Se niega el recuerdo por sano y se quema
En las puertas de una ciudad
Que aulla sin ser vista
Los planetas giran sin saberlo
Así como tu recuerdo vive en ellos
Sin que puedas correr allí
Sin que puedas correr allí
Las ventiscas en sombras ahuyentan el humo
De unos muñecos que se queman
En el alba roja y ardiente de la locura
Las caras que asoman la ventana
Quieren cristalizarse en mi pensamiento
En forma alucinatoria
En forma alucinatoria
Como si los muebles pudieran hablarme de ellas
Sin moverse
Produciendo ruidos incomprensibles a mi espalda
La noche despide
Su manera arrogante
De mecerse donde quiera
Y las ropas de los sirvientes
Caminan por la casa
La noche llega y tal vez
Mañana no exista el tiempo con sombras
La luz se duerme entre las piedras
Sacude sus plumas la avaricia
Salpicando el pasto inmolado
Los perros vuelan en las piernas de la noche
Que gime el viento frío
Desde al boca de un dragón sin ojos
El agujero de días de lluvia intensa
Trata de imantar alguna mujer sin cara
Que ronda por la casa
La distancia es un caudal de eternidad
Agazapada sobre la espalda de un león
Durazno Sangrando:
Temprano el durazno del árbol cayó
Su piel era rosa dorada del sol
Y al verse en la suerte de todo frutal
A la orilla de un río su fe lo hizo llegar
Dicen que en este valle
Los duraznos son de los duendes
Pasó cierto tiempo en el mismo lugar
Hasta que un buen día se puso a escuchar
Una melodía muy triste del sur
Que así le lloraba desde su interior:
“Quién canta es tu carozo
Pues tu cuerpo al fin tiene un alma
Y si tu ser estalla
Será tu corazón el que sangre
Y la canción que escuchas
Tu cuerpo abrirá con el alba”
La brisa de enero a la orilla llegó
La noche del tiempo sus horas cumplió
Y al llegar el alba el carozo cantó
Partiendo al durazno que al río cayó
Y el durazno partido
Ya sangrando está bajo el agua
Pleamar de Águilas:
Cuento las estrellas
En el libro que un Dios me dejó
Cuento bien las horas
Todo tiempo me disparará
Lejos de aquí
Atrás del mar
Donde la materia es luz y nada más
De allí zarpa el barco lento
Pleamar
Con el sol a barlovento
Pleamar
Pleamar
Pleamar de águilas
Capitán busco los vientos antes de llorar
De alí zarpa el barco lento
Pleamar
Con el sol a barlovento
Pleamar
Pleamar
Pleamar de águilas
Capitán conserva el rumbo
Antes de soñar
Llega pronto pronto a tierra
Como el cormorán
Si las águilas se esfuman
Amanecerá.
En una Lejana Playa del Ánimus:
Una niña descalza anda en la playa
Como gota de lluvia sobre la zarza
Los aldeanos se van durmiendo
Toda estrella fugaz conoce su nombre
Así como el agua viaja
Conociendo el aire del lugar
Y hoy por fin la inmensidad fue el bien
Y hoy por fin la inmensidad fue tibia y fugaz como el sol
Y hoy por fin la inmensidad fue el bien
Y hoy por fin la inmensidad fue tibia y fugaz como el sol
Tibia y fugaz como el sol
Solo se que Dios vendrá
Ruego que venga ya
Besa el violín que ya nunca jamás sonará
Bebe la sombra de un indio en un río divino
Sin querer te marcarás
Hasta que al morir buscarás el sinfín
Y antes del alba
Tendrás tu rocío final
La distancia es un caudal de eternidad
Agazapada sobre la espalda de un león
Dios de la Adolescencia:
Ella solo intenta ser feliz
Tropezando está
Nadan hoy sus ojos entre el rimel
Su mentira, ya se hundió
En la hiedra
Ves, en su abismo
Con sus enaguas quiere escapar
De la bruma
Tan apurada está
Que atropella el viento en la avenida
Hoy su inútil pétalo secó
Por su soledad
Y con las campanas se divierte
Pensando que son de aquí
La muerte
Ah, si pudiera
Si ella quisiera abrirse del ser
Y la nada
Tal vez podría ver
Que su Dios está en la adolescencia
Correrás al fin con frenesí
Por tu libertad
Pero ni bien una lagrima caiga
mil estrellas juzgaran que es en vano
Ya que Dios es un mundo
En el que amar es la eternidad
Que uno busca
Y no lo pienses mas
Que tu mueca esta tan despintada.
Para cualquiera que no lo haya escuchado, se pierde de mucho, háganse un favor y disfruten de esto…