El futuro de las cosas
En los últimos años descubrí que me gusta conversar sobre el futuro de las cosas y me llama la atención cuál es el enfoque de la gente común sobre este tema. Aunque estoy lejos de ser un experto en tecnología admiro mucho a las personas que realmente cuestionan el pasado y trabajan hoy en crear el futuro.
Debo reconocer que hablar sobre el futuro no es un tema fácil ni apasionante para la mayoría de las personas con las que normalmente platico; mi teoría es que pensar en el mañana genera cierta frustración y desinterés a partir la moda de “vive el hoy”.
También pienso que el cuestionamiento del futuro en un país como México tiene un cierto grado educacional y social y en economías poco desarrolladas como la nuestra el interés está en saber cómo consigo “la lana” de hoy en lugar de estarme preguntando cómo voy a conseguir la de mañana. El mejor ejemplo que se me ocurre para ejemplificar esto es el futuro de la transportación; empresas como Uber hacen que el clásico empleo de taxista tenga los días contados, pero yendo más allá, esta empresa piensa en el futuro y creen que será más barato moverse por medio de Uber que en tu propio auto y al ser parte de Google también creen que próximamente no necesitaremos choferes así que pasará por ti un Uber que se manejará sólo y que al poder comunicarse con otros coches no habrá accidentes viales. Un momento…pero si no habrá accidentes ¿Qué pasará con las aseguradoras por ejemplo?
Está claro que la tecnología domina y dominará aún más el mundo y que una combinación entre saber de desarrollo computacional en combinación con otras aptitudes será una gran garantía de éxito laboral en el futuro; países como Estonia se toman esto muy enserio y reformaron la Ley para que niños desde primaria sepan desarrollar sus propios videojuegos por ejemplo; en contraste aquí en México aún se piensa que los desarrolladores son nerds que posiblemente serán los empleados de nuestros hijos. El punto central de esto es que la educación tradicional y las universidades tradicionales no serán suficientes en el futuro, que terminar o comenzar la carrera no será garantía y dependerá en gran medida de lo que aprendamos fuera de la escuela lo que nos defina como personas.
Hace algunos meses me llamó la atención escuchar sobre bitcoins como medio de pago y le dediqué una hora de vídeos en youtube a saber qué eran y cómo afectarían el mundo, si aún no saben o no han escuchado de los bitcoins solo quiero decirles que yo no estaría tan seguro de querer que mi hijo fuera banquero de Wall Street en el futuro; les recomiendo comprender como estamos parados sobre el futuro de la banca y las monedas virtuales en el mundo.
Si industrias como la transportación, la educación y la banca se verán tan amenazadas con empresas basadas en equipos talentosos, tecnología y cultura de innovación seguramente lo que hoy estamos haciendo para ganarnos la vida también cambiará.
Finalmente creo que debemos cuestionarnos sobre cómo se ganarán el dinero nuestros hijos en el futuro y pensar en qué empleos serán sustituidos por un proceso automático, por una aplicación o por una máquina. Así que creo que la pregunta es: ¿que cosas que existen hoy no existirán en el futuro? esta es la pregunta que he observado como común denominador en el poco tiempo y poca experiencia que tengo en el mundo del emprendimiento y creo pensar que parte de la moda de emprender es que hay cada vez más personas preguntándose sobre cómo será el futuro de las cosas.
José Miguel Sainz