#Argchi au manu villano 🦹♂️
Bare with me xq piré completamente cuando ese me vinó esto a la cabeza. Manuel es una especie de justiciero independiente, en una sociedad donde algunas personas tienen “dones”. Manu tiene telepatía y sufre de la misma desde muy temprana edad
Leer el pensamiento de la gente constantemente se termina transformando en un martirio y un castigo eterno. Con el tiempo y desagradado acumulado por los pecados más repulsivos de la mente humana el moreno se ve acorralado a tomar justicia por mano propia.
A muy temprana edad se transforma en un sicario independiente, llevándose consigo a los parasitos sociales que perturban la balanza entre el bien y el mal. El problema es que pocos sabían la verdadera naturaleza de las almas que manuel se cobraba.
Algunas hasta fueron bendecidas en capillas y parroquias. En una ignorancia profunda de sus crímenes cometidos. Manuel conoce a Martín en un momento de su vida que se podría definir como complicado, porque el peso de ser el único que se lleva la verdad de cada una de sus víctimas lo esta matando.
Los pensamientos de Martín son una bocanada de frescura, son divertidos, y eso le encanta porque ante todo le parecen sinceros. Le gusta cuando se pone nervioso y le encanta cuando desprevenidamente solo piensa irrepetibles veces en su nombre.
Con el tiempo logra acallar los pensamientos de Martín y dejárselos a su cuidado, un pequeño obsequio que el rubio no comprenderá, porque no sabe sobre el infierno que vive Manuel, como tampoco sabe lo que hizo ni sabe de sus dones.
Al poco tiempo de empezar a vivir juntos alguien irrumpió en sus vidas, era de noche y Martín estaba preparando la cena. Un grupo de dotados organizados bajo la lupa de ser una organización del bien trataba de dar con el paradero de Manuel.
Martín se asustó, no importaba lo que tratasen de explicar los susodichos héroes el rubio entró en pánico. Intentó en vano forcejear con los mismos, ellos intentaron calmarlo, solo buscaban a Manuel.
Poco le importó; Un par de gritos al son de que cometieron una equivocación, una cacerola despedida por los aires y un intento inútil por tomar una cuchara de madera fueron suficientes para que uno de los héroes en compás de esquivar los manotazos desesperados del rubio lo empujase contra la mesada con la suerte fatal de que su craneo reciba un impacto punzante y sangriento.