nos estamos perdiendo el amor

como no viniste tuve que dejar de esperarte

me escondiste tanto que terminé desapareciendo

¿Te acordás de esa noche? Yo a veces la sueño. Me sueño abrazándome las rodillas como un bicho bolita. Transpirada sobre tu colchón recién mudado, el que después vomité. Me sueño desesperada, mordiéndome las mangas del buzo, a punto de explotar del dolor. Un dolor tan fuerte que gritar ni siquiera era una opción. El dolor mas fuerte que jamás sentí, y no porque me doliera adentro, aunque lo hacía, sino porque me partía el cuerpo. Y te sueño a vos, al lado mío. Mirándome y esperando que pasaran las horas y que no me muriera. Queriendo robarme un poco del dolor, compartirlo. Te sueño inútil e impotente. Es raro lo que me pasa con esos recuerdos. Me gustaría no tenerlos pero al mismo tiempo los atesoro porque son una parte de mi. De mi yo de ahora. Nunca lo hablé con nadie, ni siquiera con vos. Me sueño tan asustada. Me sueño pensando que me iba a morir y en verdad un poco me morí. Me duele la espalda y la panza y el vientre. El vientre por sobre todo. Me muero de calor pero no puedo parar de temblar. Es un tembleo nuevo, ni de frío ni de miedo, de dolor. Me sueño en el lugar más oscuro en el que estuve y donde dejé un pedazo. Y me sueño porque cuando estoy despierta me obligo a no pensarlo, ¿a vos también te pasa? ¿O no necesitás obligarte? En verdad no me importa, porque esto ya no tiene nada que ver con vos.

ahora sonreís en fotos que no te saco yo

me dice que me extraña pero duerme con otra

me gustaría comprarme un gas pimienta o saber artes marciales y animarme a usarlas

 tener un perro que me acompañe a todos lados no me gustan las razas pero un perro guardián que sea bueno pero que de miedo o que solo sea bueno conmigo 

me gustaría no arrepentirme de ponerme vestido cuando se hace de noche 

y me gustaría no sentirme mal cada vez que me asusto de un hombre que camina atrás mío pero no me hace nada 

me gustaría en realidad no asustarme de un hombre que camina atrás mío o pedirle perdón a cada uno por generalizar perdón si me asusté de vos y crucé la calle o caminé más rápido o me escondí en algún supermercado

lo que pasa es que me gustaría caminar sin miedo por la calle pero no nos dejan

todo lo que es el fuego soy yo

Será ley

Hola Gabriela Michetti, espero que te hayas despertado contenta. De tu posición no tengo mucho para decirte que no te hayan dicho, ya descubrimos que el patriarcado no son los hombres. El patriarcado está en todos lados, hasta en una madre minusválida con poder. Qué te pasó Gabriela? Por qué tan falta de empatía, tan cínica? Por qué ese odio y violencia para con la mujer? Para con los que piensan distinto? Gabriela quiero hablar de tu desempeño de ayer como presidente del senado. Tu paupérrimo desempeño. Tu actitud arrogante e injusta. Tu soberbia para interrumpir a quienes apoyaban la ley y sonreírles a quienes pensaban como vos. Gabriela qué vergüenza. Qué vergüenza que en un lugar en el que tanta gente habló tantas barbaridades, tu pésimo trabajo se siga destacando. Ayer estuve en la calle, Gabriela. Bajo la lluvia y muerta de frío con mis amigas y con miles de chicas más. Estuvimos en la calle mientras vos, cínica, pedías apurar la votación para que pudiéramos descansar. Para poder irte a tu casa a ver la novela. Sabés qué Gabriela? Lo que queremos no es descansar, lo que queremos son derechos. Lo que queremos es que deje de ganar el patriarcado. Queremos que gente como vos no tenga poder para decidir sobre nosotras. Queremos que nuestros representantes no le digan pelotudo a otro en medio de una sesión ni interrumpan con falsa preocupación a alguien que no piensa como usted. Que dejen de votar por lo que les enseñaron en misa y empiecen a votar por lo que fueron contratados para hacer. Sus convicciones no son las nuestras. Sus ideologías no representan a nadie más que a ustedes. Gabriela ayer te vi festejar. Te vi desde la calle muerta de frío. ¡Vamos todavía! gritaste. Te vimos todas. Y cuando nos volvimos a nuestras casas, juntas, nos dimos cuenta que estamos más fuertes que nunca. Gabriela yo no tengo duda de que esta ley va a salir. Va a salir cuando cambien nuestros representantes, y no te preocupes que de eso nos vamos a encargar nosotras, pero tampoco tengo dudas de que hasta que salga, son cientos las chicas que se van a morir por abortos clandestinos. Gabriela quiero que sepas que cada una de esas muertes, como los traumas generados por la clandestinidad, y las decisiones tomadas con miedo y falta de información, tienen tu nombre. Tu nombre y muchos otros. Tenemos la lista pegada en la retina. Porque de quienes nos obligan a desangrarnos no nos vamos a olvidar. Con quienes nos condenan a la clandestinidad no nos vamos a reconciliar nunca. Nos quieren madres o muertas, pero van a tener que matarnos a todas, porque sus hijos no los vamos a parir.

Que tengas una buena semana, Gabriela. Ojalá puedas mirar a tu hijo a la cara.

ese es el problema con el vacío, cada vez es más difícil de llenar.