BLACK SHEEP

Hizo una mueca ante la idea, pero era lo mejor. Usar ropa de alguien más no le emocionaba para nada, pero mientras más se confundiera con el resto de la gente sería mejor. 

Tomó unos pantalones, una camiseta y un pullover en color rosa. No eran la clase de ropa y colores que usaba normalmente. Entre el montón de ropa que tomaron encontró un gorro tejido que usaría para ocultar su cabello. Si salía del hospital con el gorro verde de los sanadores llamarían la atención. “Estoy lista” Se cambió tan rápido como sus heridas se lo permitían y revisó una vez más su bolso antes de salir. 

Esperó a que la pelirroja saliera del vestidor y la guio hasta la salida trasera del hospital — Es por aquí — abrió la puerta y le ofreció su mano. Entendería si se negaba a recibir ayuda, pero todavía tenían que subir cuesta arriba hasta la avenida principal, después podrían tomar un medio de transporte muggle hasta el departamento.

Esperaba esa clase de reacción de Sebastian. Era preferible que pasara por eso con ella y no frente a Eloise que podría asustarse. Hablar sobre algo relacionado con su padre era complicado, así que le dio unos minutos para que pensara al respecto. “No me gusta exhibirlos en esa clase de eventos más que a ti”

Evitaban llevar a los niños a ceremonias en el ministerio. Incluso después de todos esos años seguían recibiendo miradas nada agradables y escuchar a otros asistentes hablar sobre ellos eran común. Al no llevar a los niños buscaban protegerlos. “Pero también trata de verlo desde su perspectiva. No conocen a su abuelo, hablar con algún cuadro no es lo mismo y asistir a una ceremonia en su memoria es una forma de estar más cerca de él, no podemos culpar a Ellie de eso”.

Aunque no le aprecia buena idea no le negaría la oportunidad a su hija de vivir algo que ella quería hacer. Si los invitados se daban la oportunidad de escuchar a su hija antes de criticarla podrían abrirle puertas que ellos no, dadas las circunstancias. Por otro lado, lo peor que podría pasar sería que Eloise la pasara mal y no fuera necesario volver a asistir.

“Los elevadores no son una opción”. Se arriesgaban demasiado a que pudieran descubrirlos, incluso si estaba usando el uniforme y cubría su rostro con la carpeta. “¿Es solo un piso? Creo que puedo hacerlo” No lo había intentado hasta el momento, pero esperaba que si bajaba los escalones con cuidado todo saldría bien. “Sí, puedo hacerlo. Andando” Se tomó unos segundos para mentalizarse. Necesitaba concentrarse en algo más que el dolor en sus extremidades para poder lograrlo. 

Siguió a Malfoy a una distancia considerable. Asegurándose de que no tropezara o que necesitara ayuda al bajar. Sorprendentemente lo había logrado en un tiempo que no creyó que fuera posible.

“Ellie quiere ir” Estaba al tanto de los planes de su hija. Lo había consultado con ella para estar segura de que era una buena idea antes de mencionárselo a Sebastian. La conmemoración siempre era difícil para él y cada año pensaba en maneras de evitarla. “Está esperando el momento ideal para decírtelo. Escribió algo que quiere leer esa noche… No le digas que yo te lo conté”. Tal vez sabiendo lo que quería hacer Eloise, Sebastian estaría más abierto a la idea de asistir. 

“No cuando eran órdenes ridículas y arbitrarias” Cuando pequeña solía seguir las reglas en todo momento, pero al crecer comenzó a cuestionarse el por qué debía seguir las indicaciones de los adultos, que no siempre eran lógicas o correctas. 

Suspiró y puso ambas manos sobre su rostro ¿Por qué Eloise querría hacer algo así? Sus hijos los acompañaron a un par de conmemoraciones cuando eran pequeños, esas escasas ocasiones fueron suficientes para saber que no era un ambiente para ellos, incluso no era agradable para él. Alguien leía un discurso, cenaban y cientos de ancianos hacían fila para hablarle sobre su padre, un ambiente que seguramente sería aburrido para su hija.

Tomó la carpeta de sus manos. No sería sencillo caminar sola hasta la salida que tomarían, pero no había mucho que pudiera hacer. Mientras más rápido salieran del hospital, más tiempo tendrían antes de que sus padres se dieran cuenta que habían escapado. Usando la carpeta podría cubrir su rostro y si la mantenía en la posición correcta, no interfería con su vista. Fue así que notó una cara conocida.

Estiró uno de sus brazos para tomar la mano de Sebastian y llevarlo a un rincón en el pasillo, ocultando a ambos. No esperaba encontrarse con alguien conocido y ciertamente no con Fabian. Si notaba que estaban en el pasillo trataría de detenerlos.

“Creo que ya se fue…” Si sus sospechas eran correctas, había entrado en uno de los elevadores.

 Se sorprendió al sentir la mano de la pelirroja pero no puso resistencia y la siguió hasta el rincón, mirándola de frente y dándole la espalda a Potter

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— No es necesario que mientas, no conmigo. Sé cuando lo estás haciendo. — Era comprensible que estuviera asustado, pero tendría que dejarla ayudarlo para solucionar cualquiera que fuera el problema en el que estaba metido. 

— Si vas a cambiar de opinión y quieres verla ahora, que sea pronto. Sus padres volverán pronto. No voy a decirte que vayas a casa, no vas a querer hacerlo y está bien. Pediré que preparen una habitación para que descanses y comas algo, ¿Está bien?  — Si lo presionaba, solo terminaría por alejarlo. No lo haría ahora que su relación había mejorado.

— Lo que una madre piense de su hijo no le importará al ministerio, incluso si se trata de nosotros — confiaba en que la influencia de su apellido era la razón por la cual no estaba detenido, al menos aún no. Que su madre actuara como aliada le preocupaba, iba a meterse en graves problemas si seguía de su lado y luego se supiera lo que estuvo haciendo todo este tiempo. Y saber que estuvo con los asesinos de su padre solo le rompería el corazón. Asintió con la cabeza y esperó a que su madre le indicara donde estaban los uniformes

“Es fácil para ti decirlo, no eras tú el que pasó meses vomitando cada día” Los primeros meses mientras esperaba a los niños no habían sido sencillos: todos los días era despertada por las náuseas y el agotamiento en general no ayudaba. No estaba acostumbrada a que las cosas se salieran de su control de esa manera y no pudiera hacer nada para manejarlo. “Pero sí volvería a romper tu brazo, eso fue divertido”. 

A pesar de los años, hablar de su padre seguía siendo difícil para él. Era algo que probablemente no cambiaría. “Pero aún así los conociste” Replicó, intentando bromear y aligerar el ambiente. “Papá no se hubiera detenido ahí. Estoy segura que me habrían enviado lejos por un tiempo y borrado la memoria. No hubiera sido la primera vez que algo así pasaba en la familia”. Eso era exactamente lo que su abuela había hecho con sus padres para protegerlos durante la guerra, y sus padres al ya no confiar en ella no pedirían su opinión al respecto.

A pesar de llevar años juntos Valerie seguía usando la misma coraza de sarcasmo y evitación. Lo entendía, de no ser así seguramente sufriría con todo lo que habían pasado. Sonrió de lado y emitió una risa — Puedes volver a hacerlo, así me quedaría en el hospital en lugar de ir a la estúpida conmemoración — aquella ocasión la horrenda poción crecehuesos no fue suficiente, se pasó semanas en la enfermería del colegio solo para ser internado un par de días en San Mungo al cuidado de su madre.

Se alejó de manera instintiva cuando se acercó a ocultar su cabello. En esos días en el hospital, más gente de la que le hubiera gustado se había acercado a ella para inspeccionar sus heridas. No se sentía cómoda con el contacto físico ni que la vieran con lástima.

“No. Pero no tenemos mucho tiempo”. Inspeccionó con la mirada toda la habitación, asegurándose de no dejar atrás algo que pudiera necesitar. Parecía que todo estaba en su bolso, lista para irse. Suspiró pesadamente, preparándose mentalmente para el dolor que volvería cuando comenzará a caminar. La puerta estaba cerca y antes de abrirla, esperó a no escuchar voces o pisadas. “Apresúrate. Tu madre también viene varias veces al día”.

Conocía el lugar desde niño y sabía muy bien lo difícil que era salir de ahí sin ser notado. La mejor forma de salir era por la entrada del salón de sanadores en entrenamiento, si se trataba de chicos nuevos era probable que no supieran quienes eran o que no trabajaban en el lugar.

“¿Podrías dejar de mirarme como si fuera un cachorro herido?” Era consiente del gran moretón en rostro cortesía de su hermana, además de las múltiples heridas hematomas en todo su cuerpo, pero no necesitaba la lástima de los demás, mucho menos la de Kyle. 

“Puedo hacerlo sola” Sacó de su bolso una liga para cabello. Tendría que recogerlo todo para lograr ocultarlo debajo del gorro verde que Sebastian le había dado, pero debía soltarlo tan pronto salieran. Si lo sujetaba por mucho tiempo el dolor de cabeza volvía.

Escondió un pequeño mechón de cabello que sobresalía de su cabeza dentro del gorro evitando poner atención a las heridas de la pelirroja. Sería un viaje largo, calculaba dos meses, también que Valerie se comportaría así hasta que las cosas se aclararan y ya no tuviera que verlo

“Adrien podría ducharse más seguido, pero aún tiene solución”. Adrien y Felix podían dar algunos problemas de vez en cuando pero nada serio. No importaba lo que hicieran, nunca se podría comparar con lo que ellos habían hecho, ni la forma en la que decepcionó a sus padres.

“Aunque, a veces me gustaría que hubiera sido diferente” Las cosas con su familia solo se volvieron más y más tensas después de que ambos huyeron, y tomó años para que sus padres lo aceptaran. “Creo que a tu padre le hubiera gustado conocerlos… No hubiera dado tantos problemas como el mío” Su padre no había tomado muy bien la noticia de que sería abuelo. Su madre no había sido tan obvia, pero tampoco estaba encantada con la idea.

Negó con la cabeza y tomó sus manos para besarlas con delicadeza — Volvería a hacer todo de nuevo — dijo mirándola fijamente — Todo con tal de estar donde estamos en este instante —Aunque existían muchas cosas que pudieron evitarse, relaciones familiares rotas, amistades destruidas y no más credibilidad para ambos, ella hacia que todo valiera la pena.

Le disgustaba por completo la idea de tener que ser auxiliada para hacer hasta las cosas más sencillas como levantarse de la cama, pero no tenía otra opción. No por el momento. Se apoyó de la mano que le ofreció para ponerse de pie, para después tomar las pociones que Kyle tenía en su otra mano y guardarlas en el pequeño bolso que se llevaría con ella. 

Tomó la túnica del uniforme que había llevado con él, cerrándola bien evitando que pudiera notarse la bata de paciente que usaba debajo. “No necesitas ser tan sutil, sé lo mucho que lo odias”. Por años no había dejado pasar oportunidad de molestarla por su cabello y por su apariencia en general. No lo admitiría pero tenía un poco de razón; podrían reconocerla por su cabello. Tendría que pensar en una solución a largo plazo. 

Se abstuvo a intervenir después de su comentario, no era el momento para hablar de lo mucho que le gustaba, su color, su aroma, lo brillante que se veía cuando se hacía un peinado alto o incluso la forma tan natural en la que caía bajo sus hombros en ese momento. Ni siquiera le creería y no la culpaba. 

“¿Y dejar que le dedique más tiempo a ese insignificante? No lo creo” Evitar el tema a toda costa a partir del día siguiente era la mejor opción. No era necesario hacerla pasar por otro momento tan bochornoso como el de la noche anterior. 

“Pero primero asegúrate que Felix ordene ese desastre que llama habitación” El menor de sus hijos era el más desordenado, razón por la que siempre tenía problemas para encontrar sus cosas. Desde su lugar extendió su brazo para tomar la mano de Sebastian y que se sentara junto a ella. Que no fueran tan efusivos en público no significaba que las cosas fuera igual estando solos. “No salieron tan mal, creo. No dadas las circunstancias” Ninguno de los dos tenía idea de qué hacer con sus bebés, pero quería creer que de igual forma habían hecho un buen trabajo. 

Jamás hubiera creído que Valerie accediera a salir con él en primer lugar, incluso después de haber sido juzgados y excluidos teniéndose solo a ellos mismos.  Los niños fueron lo mejor que le pudo haber pasado después de su esposa. Que fueran tan resilientes y diferentes a ellos le causaba un gran alivio, eso les garantizaba una vida mejor a la que ellos tuvieron.

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— La trajiste antes de que fuera demasiado tarde pero no voy a mentirte…  — Se tomó unos segundos para pensar en cómo explicarle lo que estaba pasando — No sabremos realmente la severidad de los daños hasta que despierte y eso podría tomar días o semanas  — Lo único que podían hacer ahora era monitorearla y esperar por lo mejor cuando al fin despertara. 

— Pero… Eso no es todo  — Sabía que seguramente se molestaría al escuchar lo que tenía que decirle.  — Sus padres creen que tú lo hiciste… Déjame terminar. Sé que tú no harías algo así, pero no quieren que estén cerca. Traté de hablar con ellos pero no piensan cambiar de opinión. En un rato van a ir a casa por sus cosas. Si quieres verla voy a tener que conseguirte un uniforme para que puedas entrar y nadie lo note. 

— Yo no recuerdo no haberlo hecho — susurró lo suficientemente fuerte como para que su madre pudiera escucharlo con claridad. Si mantenía toda la atención sobre él dejarían a Malfoy en paz. Lo último que quería era que se centraran en ella mientras trataba de recuperarse.

No era la primera vez que pensaba en escapar. Se lo había insinuado a su hermana, aunque ella no le dio mucha importancia. En ese momento creyó que no tendrían otra opción, y aunque sus padres ahora estuvieran enterados de todo, complicaba aún más la situación. 

Se tomó un par de minutos para pensar en su decisión. No sería fácil pero ya no había mucho qué hacer. “Necesito esas pociones” los sanadores dejaban las pociones que necesitaba y solo entraban para asegurarse que las bebiera a la hora indicada. “Y debo cambiarme, no puedo salir así” No tenía ropa con ella, además de la bata del hospital que le habían dado cuando llegó. No era tan rápida como siempre, pero logró ponerse de pie para tomar el pequeño bolso que sus padres le habían llevado con sus cosas para poder ducharse por las noches. Había sido extendido con magia y debía haber espacio suficiente para guardar las pociones que debía tomar.  

Una tenue sonrisa apareció en su rostro por un par de segundos antes de ofrecerle una mano a la pelirroja mientras tomaba las pociones con la otra. Había tomado otra túnica de los uniformes que su madre le dio. Si tenían suerte saldrían del hospital sin ser detectados. Una vez afuera las cosas se saldrían de control, esperaba que su madre pudiera perdonarlo después de que los Malfoy y el resto del mundo mágico asumieran que él había secuestrado a Valerie después de herirla.

“Zira lo hizo… Se lo ordenó al alguien, mejor dicho. No pude ver quién era” Los primeros días fueron difíciles. Pasó días con un intenso dolor de cabeza y no lograba recordar los últimos minutos antes de desvanecerse. 

Negó con la cabeza antes de responder “No puedo… Le dije a tu madre que lo haría… Ella fue la única que me creyó” Tan pronto despertó sus padres la bombardearon con preguntas e incluso enviaron a Francessca a interrogarla. Estaban más preocupados por obtener cualquier información que por cómo se encontraba. Solo la madre de Sebastian le había demostrado compasión y paciencia. Mucha más de la que se merecía. “Ni siquiera tienes un plan. ¿Qué esperas que pase después de salir de aquí? Si es que logramos hacerlo”

—Averiguaremos quien lo hizo—no tenia la culpa de no poder recordar. incluso el seguía teniendo dificultades para eso —Mi madre entenderá, ella sabrá que tenemos un motivo—

“Arruiné meses de trabajo” Estaba furiosa consigo misma por ser tan descuidada. Le había tomado tiempo escalar dentro de la organización y ahora ya no importaba. 

“Saben que no lo hiciste tú si es lo que te preocupa” Uso el dorso de su mano para limpiar sus lágrimas. Se aseguró de aclarar a sus padres y a la señora Kyle que él no era el responsable del ataque. “Le dije a mis padres que lo haría y ya ocasioné demasiados problemas por mi descuido… No estabas aquí, no las viste gritarse la una a la otra” Nunca creyó que vería a su madre y a la madre de Sebastian pelear de esa manera. Conoció un lado de sus padres que no le había gustado y no quería verlo de nuevo. “No tienes que quedarte por mí y no espero que lo hagas”

Negó con la cabeza — Pudo haber sido cualquiera de nosotros — comenzaban a sospechar de ellos, especialmente por su extrema necesidad de excluir a Malfoy de asuntos serios, como espionaje y ejecuciones. De no atacarla a ella primero, terminarían haciéndolo después de él. Estaba en sus planes hacer algo así.

“¡No eres el único que va a perder todo!” No quería ver a Frannie, sus padres seguramente nunca la perdonarían y cuando Timmy se enterara quizá no querría dirigirle la palabra de nuevo por mentirle durante tanto tiempo. 

“Porque soy una idiota… No debería. Nada bueno va a salir de esto.” Le asustaba que hiciera más preguntas sobre sus intenciones. No era algo que quisiera discutir en esas circunstancias: bajo los efectos de una poción que la obligarían a decir lo que de verdad pensaba de él. Sintió sus ojos llenarse de lágrimas por la frustración. Odiaba llorar pero odiaba aún más que alguien la viera hacerlo. “Si no fuera así, te hubiera dejado en el pasillo después de que Felicia te atacó” Si se animó a pedirle ayuda en esa ocasión fue solamente porque el dolor era más de lo que podía soportar e ir a la enfermería no era una opción. “No habría dejado que te quedaras en mi habitación esa noche” Se arrepentía de haberse permitido ser tan vulnerable con él, incluso si pasaba por un mal momento. 

— No lo eres — bajó la mirada por unos segundos. Ya había hecho suficiente, una vez más comprobó que no merecía estar rodeado de gente como ellos, especialmente el afecto y simpatía de alguien como Valerie.