Avatar

Baby armadillo.

Humans will pet anything.

Avatar
toffeecape

How wonderful, then, to live on a planet full of creatures that like to be petted!

badgengar

How wonderful, then, to live on a planet full of creatures that like to be petted!”

It truly is.

Source: facebook.com
Avatar
reblogged

Paintings of old cards, with a planeswalker twist. Amazing work done by  MattCowdery! In order of appearence: Gamble (feat. Tibalt) Flash (feat. Teferi) Land Grant (feat. Nissa) Retribution of the Meek (feat. Elspeth) Ashes to Ashes (feat. Liliana)

Avatar

a rating of all the frogs in my neighbors’ frog-themed bathroom

very round and good! his face shows an emotion that i can’t quite describe. 10/10

here we have an arts and crafts frog! he has a nice figure but his lack of eyes is unsettling. 6/10

this is a truly excellent frog, he’s going places and he doesn’t care how long it takes. 12/10 for realism.

this frog looks like he’s having a cheeky little giggle at you for being in the bathroom for so long. something about him unsettles me. 2/10

this is the woodchime frog. he watches you smugly. i don’t like how he’s watching me, 5/10 because he’s kinda cute anyway

i hate it. 0/10

this fellow is perched right next to the toilet. one eye stares directly at your back, while the other looks at the wall. 6/10 good frog shape but still very unsettling

a truly excellent pair of comrades! double frog points 20/10

it’s Awful. -5/10

Avatar
reblogged
~Sueño que vivo~

Un día antes había soñado con él

estábamos en la estación del tren,

nos subímos,y en el asiento, uno junto al otro, íbamos platicando.

El subterráneo avanzaba entre tramos iluminados

por la luz blanca y obscuros producidos por túneles.

Él estaba jugando conmigo, siempre lo hace, y ni siquiera sabe

que me tiene a su merced.

Platicábamos algo banal

y ante lo cual yo era indeferente,

pues mi atención toda estaba, no en su aire, si no en sus manos;

como distraído de sus acciones, pasaba las puntas de sus dedos,

casualmente, debajo de su camisa, acariciba la suave piel de su estómago,

jugando con los vellos cercanos a su ombligo,

que marcaban un camino que yo ansiaba recorrer;

de vez en cuando volteaba a verle el rostro,

su sonrisa amplia y sus ojos ligeramente rasgados,

intentaba así que no se diera cuenta del hechizo que sobre mí había conjurado.

Al parecer funcionó, porque ahora se rascaba los bellos del pubis,

yo podía ver el resorte de su calzón sobresaliendo de la cintura de su pantalón,

pero la labor que sus uñas llevaban a cabo se me escapaba de la vista,

oculata bajo la tela de su ropa que yo ansiaba apartar del camino,

en mi cabeza podía visualizar claramente lo que pasaba ahí debajo,

pero no era suficiente.

Ya mi destino no era una estación del tren,

nunca lo fue,

yo me subí porque él iba a hacerlo,

para pasar más tiempo con él y así, a lo mejor pasaba algo,

algo pasó,

él dijo algo que no pude escuchar, y mientras sacaba su mano del pantalón,

se hechó para atrás, se partía de la risa.

yo ya estaba muy nervioso y no pude fingir una risa,

en lugar de eso, me quedé quieto como baboso,

no me podía quitar de la mente la idea del aroma que ahora tenía su mano,

necesitaba que me la pusiera en la cara,

facilmente podría taparmela toda,

volví a mi asiento, mientras él se reía su camisa se levanto casi hasta su ombligo,

y la cintura de su pantalón se apartó piadosamente del camino,

apenas lo suficiente para mostrarme su hueso pélvico y la base de su pene,

me volví loco, me perdí en el contraste de su piel blanca y su vello negro,

recortado, parecía más bien una capa de terciopelo áspero,

pasamos por otro túnel, y cuando se volvió a iluminar el vagón me clavé en sus ojos

de un café intenso y brillante, me miraban fijamente a través de sus pestañas,

yo no podía leer su expresión, él ya no estaba sonriendo,

estaba serio, y su mirada trataba de leer la mía,

el tiempo se volvió muy denso, no necesité respirar más,

sin apartar mi cara de la suya sentí como la sangre de todo mi cuerpo aceleraba aotra vez,

en desenfrenada carrera comenzó a llenar mis mejillas y mis orejas,

las sentí ponerse muy calientes, y esa temperatura fue la que derritió el hielo que me inmobilizaba,

me desentumí y tomé consciencia de todas las sensaciones de mi cuerpo,

mi espalda, que me picaba por el sudor que corría desde mi nuca,

mis pies, clavados en el piso del tren que vibraba por la velocidad,

mis ojos, no, mi vista, no sentía la cara más allá de lo sonrojado,

pero percibí que el rostro que tenía enfrente se volvía más grande,

y finalmente mis manos, mi mano izquierda hacía bolas la bolsa de mi pantalón,

sudaba nerviosa, temblaba,

la derecha, de la derecha pude sentir como sudaba también, pero el material era diferente,

una capa de vello me cosquilleaba la palma, y con los dedos pude sentir el lugar donde la tenía metida,

fue un destello por la ventana lo que me indicó que entrábamos a otro túnel,

la obscuridad me absorbió, como si hubiera sido el negro de sus ojos más que la luz,

en la obscuridad pude sentir su aliento en mis labios,

cuando por fin salimos de vuelta a luz ya estaba despertando, no en mi estación destino, sino en mi cama.

Al día siguiente trabajaríamos juntos, pero por un cambio del jefe no fue así,

todo el día estuve pensando en él, en su novia,

distraído terminé la jornada, volvimos a las oficinas más noche de lo esperado,

me bajé para abrir la puerta y guardar la camioneta, y mientras batallaba con el candado,

él salió de la casa,

me quitó la tejana que yo traía puesta y se subió a la camioneta para meterla,

me derretí apenas verlo,

el toque masculino que el sombrero le otorgaba chocaba armonioso con su sonrisa infantilona,

pude reunir el valor suficiente para mirarle los ojos,

más que nada porque no puedo estar cerca de ellos sin que se roben mi atención,

-Estás bien mariguano ¿Verdad?-

Su respuesta fue una risilla seguida de un culpable “sí”,

cuando fumaba sus ojos se teñían de un ligero rojo

y el café de su iris reslataba más.

“Cuando termines, damos el toque” me dijo,

no como una invitación, pero como una órden,

como un hechizo frente al cual yo no tengo voluntad.

Terminé de descargar y me lo encontré en la cocina:

-¿Cómo les fue?-

Yo tuve que responder como si nada hubiera pasado la noche anterior,

como si no me afectara su mera presencia,

le conté como estuvo el evento, y a la mitad de la plática camino fuera de la cocina,

-Caile we, voy a mear-

lo seguí y me quedé parado en la sala, justo afuera del baño,

-¿Me haces un paro con la cubeta?- y me patió ligeramente el bote para llenarlo,

justo frente al baño hay un patio, no más de 3 metros separan las puertas de un espacio y otro,

mientras se llenaba la cubeta yo seguía hablando distraído, desmenuzando mentalmente los sonidos,

por una parte, el de mi propia voz, que ya estoy acostumbrado a escuchar en segundo plano,

en primer plano, el tejido creado por los dos chorros llenando sus respectivos contendores,

terminé de llenar el valde primero y se lo dí.

Cuando por fin me pagaron y quedé oficialmente libre me fui a sentar al patiecito donde fumamos,

ahí estaba mi mejor amigo, ya forjando un porro,

justo al terminar, lo encendió:

-¿No vamos a esperarlo?-

Me miró a travéz de una nube de humo que iba expulsando,

y mientras negaba con la cabeza un ataque de tos lo obligó a doblarse y recargarse sobre sus rodillas,

me lo extendió, antes de poder ponérelo en la boca me advirtió,

“Está muy regañona” y volvió a toser, tratando de recuperar el ritmo de su respiración,

fumé lentamente, más que nada para hacer tiempo,

imaginándome el beso indirecto que podría darle tan pronto él llegara,

volví de mi cabeza, ya había llegado y estaba parado en el marco de la puerta,

es un poco más bajito que yo, su complexión, casi como la mía, con la excepción de que él está más marcado,

se estaba cambiando la camisa del uniforme por una casual,

su abdomen apenas deja de estar plano, sombreado por un prometedor lavadero,

sus pectorales están bien marcados y sobre salen de la parte superior de su cuerpo,

sus brazos y piernas no son precisamente monumentales, pero también están trabajados.

terminó de cambiarse y le pasé el porro, y mi mejor amigo comenzó a quejarse viendo el celular:

-¡Chingada madre! otra vez con sus mamadas-

-¿Qué pasó ahora?- le pregunté

-Pues esta morra wey, que me la está hacinedo de pedo porque no salí temprano. ¡Wey, veníamos de Ajijic y me dijo que dónde andaba,

que en cuanto pisáramos guadalajara tome un uber a chapultepec y nos fuéramos a su casa! que no mame-

-¿No le dijiste que tienes que llegar a descargar?-

-Wey, ya sabe, pero a veces le gusta hacerla de pedo y se aloca, ya valió verga, por lo menos este fin de semana-

Fatigado, dejó caer el celular en la banca donde estaba sentado, el porro llegó a él, a tiempo para darle consuelo

-Ya sabes que las morras están locas wey, tú siempre me lo dices- le dije,

yo ya estoy acostumbrado a sus dramas, y hasta cierto punto, también él,

-¡Las morras están locas!- dijo el otro vato, que parecía molesto aunque el problema no fuera suyo,

-Yo por eso prefiero evitarme pedos we- dije haciendo referencia a que soy gay,

Los otros dos se rieron un poco, yo finguí una risilla para matar el tiempo que tardaba el porro en llegar a mí,

-Pues eso sí wey, es menos pedo con un pito- Otra risa de los tres, mi amigo le daba una calada más al porro,

al fin se acercaba a mí,

me lo pusé en los labios y estuve fumando sin quitarmelo de la boca, alargando el tiempo que duraba ese beso en mi cabeza

-Un pito peludo, como el de este wey ¿Verdad?- Me dijo mi amigo mientras señalaba burlón al otro tipo,

-¿Cómo sabes we?, ¿de ahorita que estaba miando?- dijo fingiendo ingenuidad,

-Simón, te la vi bien peluda- fue la respuesta acompañada de una risa,

-Nah we, si me los acabo de recortar-

Mientras él terminaba de decir estas palabras yo voltié a verlo y,

a través de la cortina de humo pude distingir sus movimientos, pero no los creí,

con una mano se levantaba la camisa, descubriendo su ombligo y el camino que ya conocía en mi cabeza,

con la otra mano deslizó el pulgar dentro de su pantalón, agarrando de paso el bóxer,

y sin aviso, se los bajó un poco más allá de la base blanca que yo había visto una noche anterior,

no daba credito a mis ojos, era tal cual lo había visto en mis sueños, quizá un poco más delgado de lo que me imaginé, pero aún así me pareció perfecto,

yo me quedé clavado en su pubis, tratando de grabar la imagen en mis párpados,

mi amigo se comenzó a reír, como en tono burlesco,

yo, no pude, tenía el porro en la boca pero no quería apartar la mirada, al final tuve que hacerlo,

atraído por el magnetismo de sus ojos, me di cuenta que él tenía su mirada clavada en mí, tal como en mi sueño,

la diferencia era que en esta ocasión en su boca se dibujaba una sonrisa, muy ligera, muy burlona,

pero sus ojos, igual de intensos que siempre, abiertos de par en par atravesándome el alma, estaban serios,

al sentirme tan pequeño en su mirada no pude hacer nada más que reír nerviosamente, mientras volvía a fumar del cigarrillo,

-¿Qué?- dijo sin apartar su mirada y sin cubrirse de nuevo,

-Está mejor así ¿no? luego es incómodo hacer orales y que te atragantes con un pelo- esta vez todos reímos,

Al momento, mi amigo hizo lo mismo desde su lugar, se descubrió el pubis mostrando una cortísima alfombra de vello,

-Sí we, la neta yo no tengo pedos si mi morra no está depilada, pero sí me gusta más que esté toda lisa-

Apenas y noté lo que mi amigo hacía, pues tenía una mejor imagen al otro lado,

pero eso no impidió que sintiera la presión de los otros dos que tenía en frente,

solamente tuve que moverme un poco, no me quité el porro de la boca, ni me atreví a voltear a otro lado temiendo que en cualquier momento volviera a cubrirse,

yo hice lo propio, descubrí toda la parte de mi abdomen hasta la base de mi pene, y se lo ofrecí de frente a quien me tenía bajo su hechizo,

los dos estallaron en risa, anque soy más bien lampiño de cuerpo, no me rasuro para nada más que el bigote lacio que de vez en vez me crece,

la maraña que les mostré a mis compañeros parecía una jungla en comparación con lo corto de sus vellos, todos nos volvimos a tapar y yo pasé el porro.

El resto de la noche transcurrió sin más entre pláticas irrelevantes y más fumadas,

me despedí de él mientras se subía a su moto,

yo me fui caminando a esperar mi camión, ahora más clavado que nunca,

aun ahora que estoy escribiendo no logro quitarme la sensación de que no fue real, que todo me lo imaginé,

o que lo soñé.

A muchas personas les parece más bien feo, pero para mí

Él es el Wey más Bravo.

Avatar

i’m literally in HYSTERICS over this righr nowhdjahkshdjshsjs

Avatar

me: immune system why do i have a fever

immune system: well the bacteria can’t survive outside 37 degrees for long so i thought i’d raise the temperature to kill them off!

me: 

immune system:

me: 

immune system:

me: we also can’t survive outside 37 degrees for long

immune system:

Avatar
reblogged
Me gusta leerte
No sé si será por que me da celos no saber de lo que estás hablando
O si es el tono emo deprimente con el que siempre suenan tus palabras
En mi cabeza
Pero cuando te leo
Me pongo melancólico.
Avatar
reblogged
Me gusta leerte
Pero a veces tus palabras me llenan de celos,
Porque estás con alguien más
Porque coges con alguien más
Porque quieres a alguien más
Por qué quieres a alguien más
Me llenan de celos tus palabras
Por lo que ellas me cuentan
Porque me traen chismes de tu vida y así
Yo no puedo olvidarte
Me llenan de celos ellas que son tan sensuales
Tan interesantes
Porque no importa si nadie más cree que son interesantes porque yo creo que sí lo son
Y ni siquiera yo pienso que
Tengo la mitad de la sensualidad que tú tienes
Avatar
reblogged
Me gusta leerte
Incluso más que verte
Porque cuando te leo
Puedo ver más allá de tu ropa
De tu piel
Ahí en tus letras me encuentro a tu alma
Desnuda y sin pena
Y así entiendo un poquito más lo que sientes
Pero lo que tú sientes no es lo que yo quiero y
Lo que tú quieres yo no lo siento
Por eso prefiero leerte
Avatar

kids, when you’re choosing your college schedule, you’ll hear a voice saying “just take the 8AM class. it won’t be that bad. you’ve done it for this long” that’s the devil talking

You are using an unsupported browser and things might not work as intended. Please make sure you're using the latest version of Chrome, Firefox, Safari, or Edge.