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H E R R O Z Z Y

@theherrozzy / theherrozzy.tumblr.com

ℭ𝔲𝔯𝔞𝔱𝔬𝔯, 𝔰𝔲𝔭𝔢𝔯𝔠𝔲𝔱 𝔪𝔞𝔨𝔢𝔯, 𝔠𝔦𝔫𝔢𝔭𝔥𝔦𝔩𝔢 𝔞𝔫𝔡 𝔠𝔥𝔦𝔩𝔡 𝔬𝔣 𝔱𝔥𝔢 𝔣𝔬𝔯𝔢𝔰𝔱.
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salviaxmalva

Mensaje para el 2022

¡Hola!

Si estás leyendo esto es porque, desde el fondo de mi corazón, quiero darte este mensaje del Oráculo (Sibilla della Zingara), para que puedas guiar tu camino hacia tus verdaderos propósitos en este año nuevo y, además, el proceso que devenga sirva para tu propia evolución humana.

El Oráculo nos habla con estas tres cartas: Prisión, Reunión y Dinero. Pero recordemos que en la cartomancia, los sentidos no siempre son literales, pues requieren de interpretación para poder decodificar los mensajes ocultos que se encuentran en cada uno de los símbolos de las cartas.

Empezaremos con la carta de Prisión. 2020 y 2021 han sido años realmente difíciles, una situación a nivel mundial que nos ha colocado dentro de una gran encrucijada y que no solo nos ha arrebatado a nuestras oportunidades, sueños y planes para el año pasado y este año, sino que ha incluso sido la razón por la cual algunas personas ya no están con nosotrxs. Creo que estos dos años juntos han sido verdaderamente duros en muchos sentidos, mismos que nos han puesto en unsa preguntas que, desde mi parecer, compartimos muchxs de nosostrxs: ¿estoy haciendo lo suficiente? ¿es mi culpa? ¿por qué a mí?

Si algunas de estas preguntas te hicieron sentido en alguna parte de tu vida, déjame decirte que NO, no son reales, ni mucho menos se acercan ni tantito a lo que realmente te encuentras atravesando. La carta de la Prisión nos revela la forma en la que hemos estado atados a una situación que sale fuera de nuestro control y nuestras posibilidades, misma que nos ha atado y acorralado a poder amoldarnos a ella; cualquier situación, por muy desesperante o culposa que pueda parecer, déjame decirte que NO es tu culpa. Lo que se vive a nivel mundial y lo que ha desencadenado a partir de esto a través de la sociedad es algo que sale fuera de nuestro control, por lo tanto, esas circunstancias nos obligan a vivir y actuar de formas muy específicas; te recuerdo que NO es tu culpa. Por lo tanto, el autocastigo, la autocondescendencia, la autoconmiseración y el sentido culpa no deberían formar parte de tu vida; comprendo las emociones y los sentimientos que proceden de las circunstancias, pero nada de lo que ocurre a tu alrededor te define.

Esta situación lo que nos obliga es amoldarnos y poder subsistir y evolucionar al mismo ritmo, y que las malas rachas y los malos momentos son solo una mínima parte de lo que representa tu propio crecimiento. Recuerda que siempre que aparece el caos, nace una nueva posibilidad de ser feliz.

Algo importante que nos menciona esta carta también es la forma en la que existen apegos en ti. Ponte a pensar un minuto... ¿existen personas que no deban estar en tu vida porque solamente la envenenan, pero que por una u otra razón, permanecen? Creo que ya es tiempo de poder sacudir ese polvo y comenzar a cortar los lazos y vínculos con personas que no traen nada a tu vida. Créemelo, que no eres ni serás una mala persona por ello. PROCÚRATE TÚ MISMX.

También es importante que puedas generar una limpieza de los apegos materiales con cargas sentimentales. Y aquí aplica poner en práctica todo lo que aprendiste viendo a Mari Kondo en Netflix, pues es hora de analizar y reflexionar qué es lo que realmente ocupas, a nivel material y qué es lo que puede pasar a mejores manos o a mejor vida. Recuerda que si no hay espacio físico en tu hogar, el Universo no enviará adecuadamente lo que necesitas, así que la limpieza y despojo material será importante para este nuevo comienzo en 2022.

Y para concluir a esta carta, me gustaría hacer esta pregunta para que puedas reflexionarla... ¿qué es lo que te gustaría expresar a otrxs, pero que por alguna razón te ha dado miedo externarlo? Sea lo que sea, creo que te está generando las suficientes complicaciones que impiden que puedas seguir creciendo; si tu meta es poder madurar para 2022, es necesario que puedas externar todas tus inquietudes, deseos, frustraciones y necesidades. No te permitas otro año más limitadx y con ganas de poder gritarle al mundo una verdad de tu realidad o una petición sobre tus necesidades. Si sigues conservándola, va a calcificarse y será muy difícil que pueda salir en la posteridad. Por favor, no conviertas a tu propio ser en tu propia prisión.

La siguiente carta que necesita nuestra atención por ser el siguiente mensaje del Oráculo es la carta Reunión... ¿qué nos refleja para el 2022? Principalmente son las virtudes importantes que debes poner en práctica y buscar en tus relaciones humanas: la lealtad y la confianza. Es muy probable que tus últimas relaciones (pareja, amigos, compañeros de trabajo, etc.) hayan nacido y se hayan desarrollado sin establecer términos de por medio, ni mucho menos respeto (emocional, sobre todo) y, desafortunadamente, ha terminado en grandes inconvenientes y decepciones; esto ya no puede seguir funcionando así. La lealtad y la confianza deben ser que pueda cimentar tus relaciones humanas y lo que debes buscar en los demás este año, de lo contrario, las personas que no cumplan con estas dos virtudes, puedes darle las gracias y alejarte de ellas lo más pronto posible.

Además, esta carta nos solicita la reconciliación y el perdón. OJO, con esto no quiero decir que tengas que convivir y hacer como si nada hubiera pasado con tu agresor, las personas que ya no forman parte de tu vida por alguna razón o aquellos que han cometido faltas graves en tu contra; lo que quiero decir es que debes entrar a 2022 con un corazón y alma sanadas a través del perdón. Perdonar no significa que debas volver a convivir o que debas tener un acercamiento con aquellas personas que cometieron una falta en tu contra, sino que este proceso tiene que ser para tu propia sanación y evolución; no permitas que el rencor y el odio puedan cegarte lo suficiente para perder el piso y comenzar a alimentar un resentimiento y un rencor; mejor perdona y entrega al Tribunal Cósmico dichas acciones, ellos se encargarán de entregar a cada quién lo que realmente merece.

Permite que ese proceso de reconciliación y perdón sirvan para ti, para tu estabilidad, tu salud mental y tu paz interior; lo merecer.

Y, por último, tenemos la carta de Dinero... ¡ASÍ COMO LO LEES! Sin embargo, no es mi intención desilusionarte, pues si bien podría representar que puedas tener nuevos ingresos, nuevos clientes o dinero en efectivo o en especie, también representa la abundancia en todos sentidos: espiritual, personal, física, emocional, amorosa y, por qué no, material.

2020 y 2021 fueron años caóticos para poner orden (2020, sobre todo, por ser un número 4), el 2022 viene con absolutamente todo para tomar las decisiones más correctas y las oportunidades precisas para poder lograr y manifestar lo que tanto hemos soñado.

¿Un nuevo empleo? ¿Planes para iniciar un nuevo negocio? ¿Cómo avanzarán tus proyectos? ¿Por fin tendré lo que deseo, materialmente? La respuesta es que sí, este año podremos merecer todo lo que perdimos y que nos fue arrebatado en 2020 y 2021, porque créeme, que para poder merecer, necesitamos entregar un sacrificio por ello, así que todas esas preocupaciones y carencias que se pudieron vivir, comenzarán a transformarse en cosas increíbles que permitan colocar todo en su punto para atraer y materializar nuestros sueños y deseos.

Pero ojo, amigx, que también el que esta carta aparezca nos aconseja algo, además de vaticinar abundancia: que tengas mucho cuidado con tus finanzas y la forma en la que la distribuyes. Mantén un registro de tus gastos, procura invertir en lo que realmente te haga sentido y cumpla primero tus necesidades y, que por nada del mundo, permitas derrochar más de lo que debes, porque si bien las cosas se encuentran acomodándose a nuestro favor, debemos tener la suficiente fuerza de voluntad, madurez emocional y responsabilidad financiera para poder distribuir nuestros gastos en lo que realmente necesitamos.

Después de todo, por favor, mantente muy positivx y recuerda que todo lo que decretes tiene que ser lo más específico posible, para que el Universo pueda responderte eficientemente.

Espero que esta pequeña lectura te pueda hacer sentido y que sirva para que puedas recibir el 2022 con la mejor disposición y con los brazos abiertos, dispuestx a decretarte que este nuevo año traerá a tu vida cosas hermosas, abundancia, salud y mucha prosperidad.

No me queda más que desearte unas muy felices fiestas y que todo el amor y las bendiciones del espíritu de Yule puedan acompañarte durante la transición de una era a la otra.

Te envío mucha luz, mucho amor y mis mejores deseos para ti y lxs tuyxs. Tschüss.

Leo P.

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WATCH: The Oregon Zoo in Portland was closed to the public today due to heavy snow – but the zoo’s residents had a blast.

Oh my GODD THE POLAR BEAR GOT SOME SNOW HE MUST FEEL SO REFRESHED

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xenosaurus

relatable seals at the end there

“Hey Joe! Joe, Joe, Joe, Joe, Joe, Joe, Joe look!!! It’s snow!”

I need more of this shit!

Those happy elephant sounds cleared my skin and watered my crops.

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lvdeo

The polar bear “hell nahhhh. This ain’t that fake shit ! THIS AINT THAT FAKE SHIT. THIS THAT REAL SHIT!!!”

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Nacer, crecer, ser emergente y luego consolidado: la escalera al cielo del arte

En su libro Siete días en el mundo del arte, la historiadora Sarah Thornton revisa de primera mano distintos aspectos que influyen en el entendimiento de las escenas artísticas. Las conversaciones sostenidas en el ámbito educativo, el de las subastas, pasando por las condiciones de trabajo en las revistas de arte hasta llegar los espacios de exposición internacional —como las ferias o las bienales—, nutren el texto de Thornton, mismo que destaca por su desmitificación del arte como un campo democrático, movido únicamente por el intercambio de ideas y buena onda; una apuesta necesaria de parte de la autora para pensar de manera crítica todas las relaciones que posibilitan la visibilización de ciertas prácticas sobre otras.

Al respecto, Thornton comenta esto en la introducción: 

«Mi investigación me ha llevado a pensar que las grandes obras no aparecen: se hacen. No sólo las hacen los artistas y sus asistentes sino también los galeristas, los curadores, los críticos y los coleccionistas que “apoyan” la obra. Esto no quiere decir que el arte no sea grandioso o que las obras que llegan a los museos no merezcan estar allí. En absoluto. Es sólo que la creencia colectiva no es tan simple ni tan misteriosa como podríamos imaginar».

Este libro se publicó en 2008 y recibió una traducción al español tan solo un año después, así que ya hay un tiempo considerable que separa lo que investigó Thornton de lo que sucede en la actualidad. Sin embargo, considero que retomar en pleno 2020 algunas de sus discusiones no está de más: evidentemente en poco más de una década las cosas en el mundo del arte han cambiado, desde cómo se producen las obras hasta cómo se difunden y se habla de ellas, pero a pesar de estos cambios, aún persisten algunas estructuras, como la cantidad de factores no tan azarosos que influyen en la construcción de las carreras y que se pueden observar en el ciclo de vida profesional que se espera que sigan los artistas: definirse o ser definidos como emergentes; conseguir cierto reconocimiento dentro del mundo de arte, lograr que se escriba de ellos, y finalmente hacerse de un lugar dentro de la historia, convirtiéndose en referentes.

México no es un caso aislado de esta jerarquización de las trayectorias. No solo los medios de comunicación recurren a esta estructura para hablar de las carreras de los artistas, sino que también las políticas culturales cuentan con programas que reafirman de alguna forma dicha estructura: por ejemplo, la estratificación de aspirantes en trayectorias A o B, en la convocatoria de Jóvenes Creadores del Fonca, o las categorías de «Creador artístico», «Creador artístico honorífico» o «Creador emérito» del Sistema Nacional de Creadores del Arte, plantean una duda sobre qué tan horizontal es la organización de la comunidad artística en México y qué tan accesibles son las oportunidades dentro de un sistema artístico vertical.

Lejos de cualquier idea de plantear un simple revanchismo y de perfilar cómo debería ser el próximo relevo generacional que ocupe estos espacios de poder, lo que me interesa es pensar en alternativas: qué opciones tienen las próximas generaciones de artistas —que cursan estudios universitarios o son completamente autodidactas— en un país y en una forma de contar la historia en la que las únicas voces que parecen importar son las que ocupan lugares dentro de salas de museos, en ferias internacionales o que ostentan puestos en proyectos públicos.

La pendiente que tienen que subir los artistas en aras del reconocimiento profesional y una vida con cierta estabilidad económica siempre es una ruta escarpada, pero que nunca se sube por cuenta propia. Como mencionó Thornton, las obras no son grandiosas por sí mismas, ya que su reconocimiento depende en gran medida de la promoción de una serie de agentes externos, quienes no apoyan a todas las carreras y en esa misma condición de excepción se dibujan los límites —aunque estos no tengan una base objetiva para instaurarse.

Pero la pregunta sigue. ¿Qué más se puede hacer ante esas circunstancias? De antemano, vale la pena señalar que una reconversión de esta estructura no sucederá de la noche a la mañana: hablamos de un sistema que se ha afianzado con base en la replicación de sus dinámicas a través de décadas, no solo en México, sino en distintas partes del mundo. Son las reglas de un juego que de manera directa o indirecta hemos aceptado.

En este sentido, no podemos ignorar ese hecho: estamos inmersos y de alguna forma todxs, como un cuerpo social habituado y adiestrado a pensar un fenómeno como el arte de cierta forma, replicamos la cadena que también nos limita: la aspiración del éxito y la consolidación dentro de un medio en el que la importancia está dada por la misma exclusividad, está sustentada en la depreciación de otras prácticas artísticas; en síntesis, por la desigualdad. Para que existan grandes nombres, deben haberse aminorado otros.

Lo anterior, aunque pueda mirarse como el «pecado original» del arte, no es un asunto estrictamente concerniente con la fe, aunque sí moral, sobre cómo se construyen las nociones de valor respecto a un campo: lo que está «bien» difundir y apoyar y lo que debe mantenerse al margen no es precisamente un asunto de posturas inmanentes. Esto es un proceso social-político y yo creo que ya estamos listxs para esa conversación.

Ahora bien, ¿deberíamos cancelar clasificaciones como emergente, de mediana carrera y consolidado? Si alguna organización o convocatoria lanzara el día de mañana un apoyo económico para lo que hoy entendemos como artistas emergentes, ¿qué otro término se podría utilizar? Lo que he tratado de plantear en este texto es que usar las categorías descritas es, de cierta manera,  una forma de replicar la jerarquización, y mientras las usemos y repliquemos hay que aceptar nuestra responsabilidad en los problemas que se derivan de ello.

Sé que lo que diré tiene tintes sumamente idealistas, pero quisiera pensar en un contexto a futuro en el que no existan clasificaciones como éstas, donde las obras de arte puedan ser discutidas sin la necesidad de que sus creadores entren en una carrera por la acumulación de méritos y privilegios para poder ser escuchados.

Finalmente, si llegáramos al consenso de que el mundo del arte requiere de la dialéctica de amos y esclavos para funcionar —como también sucede en el campo de la economía—, ¿qué podemos hacer al respecto? Probablemente algunos artistas abrazarían dicha realidad sin reparos, para funcionar de acuerdo con la estructura, mientras que otros buscarían alternativas o cosas que ni siquiera se hayan considerado en este u otros textos.

En cualquier caso, como ocurre en ciertos procesos terapéuticos, el primer paso es reconocer el problema y aceptarlo.

Paula Ramone

Imágenes: Artoons de Pablo Helguera

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