Es como cuando estás manejando y está la lluvia y los truenos, y cuando pasas debajo de un puente hay muchísima paz y tranquilidad, luego sales del puente y todo vuelve hacer igual… Tú eras mi puente.
Como se supone que lo haga.
Pedir ayuda como si nada.
He caído tantas veces.
Y me he levantado siempre.
Pero cada vez he perdido pedazos de mi.
Partes que han dejado de existir.
Y he tenido que reinventarme.
Crear una risa, una memoria, un momento, una persona.
Que ya no sé quién soy.
Solo soy.
Me siento en una pausa que nunca acaba.
Y la vida sigue.
Y ya no quiero ser.
Y ya no quiero sentir.
Solo morir.
Quiero ser la chica que te cuide el celular y el suéter mientras juegas algún deporte.
Qué ganas de un trasplante emocional que me quite la angina. Cuando tu corazón se rompe se liberan sustancias que duelen y pueden confluir en el pecho. Como una cirugía a corazón abierto donde pasan el bisturí sin anestesia, y todo llega en carne viva. Quizá el frío me pone emocional, pero el dolor no lo he inventado. Qué ganas de un analgésico que frene sentimientos exacerbados. Qué ganas de que el frío ayude a la inflamación amorosa y todo sea asintomático en mí. Qué ganas de remediarme con un llanto promedio y salga todo sin secuelas. Qué ganas de cobijarme, despertar temprano a la mañana y sentirme liviana, porque ya no te llevo dentro...
“Amo locamente la lluvia, siento como si ella llorara conmigo.”
— Restos de abril.
OH MY GOD!
;’(
FAKINNN!!!
Quiero ser la chica que te cuide el celular y el suéter mientras juegas algún deporte.