Con su último abrazo había sentido su dulce aroma que ahora había quedado de por vida en su mente, intentaba no pensar en la belleza y gracia de su acompañante -confías demasiado en la gente, te podría pasar algo malo- todo su cuerpo le pedía que la volviera a coger en brazos, pero no quería ser importunen te -¿debería temer con tu comentario?, ¿necesito tener mi testamento preparado?-
Vamos, no seas tan dramático, ¿Acaso pasó algo malo? No. Aunque para que quede claro, podría defenderme.-Restó importancia a todo el asunto, peligro no era algo que le preocupara, aunque era tierno que él lo hiciera. Sonrió de forma intrigante, con el propósito de tomarle el pelo. Ya había pasado el shock inicial, ahora simplemente disfrutaba de su presencia- No lo sé, ¿Deberías?…
-No estés tan confiada, aún considero la idea de llevarte conmigo- sin pensarlo dos veces tomo su mano y la llevo bajo un árbol el viento y la nieve aumentaban su intensidad -de ser así, quiero que mis últimas palabras queden en tu memoria, ¿quieres salir conmigo?-