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Si decides quedarte, si tan solo te detienes a pensar en la sala de tu casa una vez más a las 11:19 p.m. antes de tu vuelo, podrías cambiar el rumbo de tus días. Sigo fumando de vez en cuando, pero debo reconocer que ya no es como antes, que una cajetilla duraba lo que dura el día. Un mal hábito de cuando tenia 14, uno de muchos. Podría decir que "no sé cómo es que llegué aquí", pero me temo que no estaría diciendo la verdad, porque siempre supe que es lo que quería para mi vida, lo que sí sé es que hoy por hoy no sé cómo podría cuidar lo que tengo, mi alrededor es un grito de esperanza, es la salida de la vieja vida que tenía y la entrada a la nueva que me llama. Nunca me imaginé que terminaría viviendo en otro lado que no fuera Bolivia, pero como lo mencioné antes, siempre quise que fuera así, que vivir fuera de allí fuera una meta, hoy es así, pero de alguna manera, todo lo que viví ahí me persigue, también de vez en cuando. Los retos de mi día a día, son simplemente una batalla que se torna pesada, porque cuando se aprenden cosas y vienen otras diferentes, que complejo es no actuar o pensar como solías hacerlo, si "siempre ha funcionado así". El asunto es que ya no quiero, porque quiero todo lo que ahora esta en mi vida, y me da miedo no hacer las cosas bien, o ser suficiente para mantenerlas a salvo. Pero siento como si estuviese corriendo de nuevo, ¿de qué? ¿porqué piensas que tu pasado de alguna manera no puede quedarse allí? me miro y sé que ya no soy ese Adrián, entonces, ¿quién es Adrián ahora?. Lo único que sé, para empezar por algo, es que éste Adrián ya no quiere seguir corriendo, quiere cuidar lo que tiene, y quiere dejar de fumar.