♠[Expiación de Culpas]♠: el cumplimiento del castigo divino.

¡Qué suerte! Pallas-sama había anticipado los posibles padecimientos de la paladina, acertando con mucho acierto que por su cuna el contacto con ese tipo de deberes debiera serle casi nulo. En otro tiempo la alta mirada de Galia le habría empujado a declinar la oferta en una muestra inminente de su orgullo cabezadura, admirable y a veces imposible, pero en presente las ventajas de ceder y descender la vista parecían mucho más provechosas para la construcción de productividad.

Volteó en un giro de humo, dirigiéndose suave a su subordinada elegida por voluntad calculada.  No le diría que no a la ayuda brindada por la diosa.

—Paradox, justo a tiempo. Precisamente ahora requiero de tus destrezas—manifestó, y con parsimonioso movimiento le indicó la máquina central de la labor. —¿Crees poder hacerla responder? He seguido todos los pasos de un lavado perfecto pero no parece querer cooperar conmigo hoy…

Era un gran alivio para Paradox -y tambien le alegraba- saber que la paladina aceptó su ayuda enviada por divina providencia rubia, además de querer ayudarla no quería estar en su rutina acostumbrada por más tiempo, y lavar la ropa de todos junto a su superiora era una buena forma de salir de aquel circulo y dejar de caminar por los pasillos laberínticos— ¿No quiere responder?… que extraño —murmuró eso ultimo para sí llevándose una mano a la barbilla en forma pensativa, en ese momento le dio como una especie de ‘deja-vu’, ¿donde había visto ese caso antes?. 

— Ummm, veamos… —comenzó por revisar el manual de la maquina y checo que los pasos se hicieron al pie de la letra, todo bien, inspeccionó la maquina con la vista para ver si no había algún problema u obstáculo que la hiciera fallar, luego quiso presionar los botones que decían para accionar a la lavadora, pero nada, solo unos crujidos como la vez anterior. Pero la paciencia de Paradox era muy pequeña cuando las cosas no querían salir como ella quería, y le saltó la vena gorda.

— ¡Estúpida lavadora! —y le dio una patada al aparato, y de repente ésta hizo otros ruidos de engranajes, pero de la nada se echó a andar y empezar su labor de lavar la ropa que tenía dentro. Solucionando las cosas con violencia como siempre(?).

— Eh… —parpadeó varias veces— ya quiso funcionar… con la patada se arregló… —dijo eso ultimo sudando la gota gorda y rascándose inocentemente la mejilla, ahora recordó cómo solía lavar la ropa cuando era menor y la lavadora le fallaba, pero esa fue una solución obtenida a lo bruto y de modo infantil, y se supone que ya estaba grandecita como para hacer esas cosas— Al parecer lo que tenía era un defecto de fábrica, suele suceder, el procedimiento no tenía ningún error. Pero ya podremos lavar toda la ropa ahora que funciona.

Se hizo a un lado para permitirle poder trabajar con total libertad, al tiempo que observaba atenta por si algún nuevo conocimiento era viable de añadir a su extenso directorio mental. Jamás se niegan las nuevas destrezas, y de ellas posible era que Paradox tuviera un gran listado. Le estudió antes de ir por ella a Cabo Sunion, prisión insignificante que partió sin esfuerzo mayor, y por sus registros conocer sobre su vida no faltó. De ser entrenada en el hostil Santuario del ayer  debió de aprender a sobrevivir por buena cuenta. Tal vez no con lavadoras al alcance de la mano, pero mucho más habituada a ellas que Galia ciertamente tendría en su haber para la guía. 

Inesperado fue que la solución viniera de la punta de una patada violenta, haciendo que casi un salto diera a efecto de esto. De a tres pasos se aproximó curiosa por observar más cerca y encontró agrado de ver el tumulto textil girar a la deriva de fuerzas mayores. 

---¡Bien hecho, Paradox! Sabía que podías con ello--le felicitó primero, con un peso menos puesto en sus hombros galos--. ¿En cuánto estarán las prendas? ¿10 a 15 minutos? Apenas las retiremos irá la segunda. El cargamento por esto es grande, aproximadamente unos 7 tandas--una advertencia que añadió segunda, sin preguntarse cómo Pallacites ensuciaban tantas prendas cuando mayor parte de la jornada sólo lucían sus armaduras. 

「メイドガリア」/「ノブ@望月マコト(もちまこ)」のイラスト [pixiv]2

gallia-godwarsword

 ”Le péché de la lumière évoquait…”

"MON DIEU,GA,GA,GA,GA,GA,GA,GA,GA,GA,GA,GA,GA….."

//M: Hace tiempo encontré esta canción cantada por la seiyu de Galia y me fascinó, y recientemente la volví a escuchar y me decidí a compartirla aquí en tumblr <3. Y si lo subí desde el blog de Paradox fue por Comadre no oficiales (aun) Reasons x´D

Ánima animal

gallia-godwarsword:

-Ofrenda desdichada él frenesí de su erguida magnificencia ante los profanos rayos difamadores del tergiversador alba crepuscular.Su tétrica autoridad de avance funesto llena de tenue júbilo padecía la enfermedad engendrada de la terribilità,tronados los huesos de sus ramificaciones medio y pulgar el dúo luminoso de sabañones grisáceos conjurados centro su circular vigía impoluta en la triada inquisidora cercada por las sombras carceleras.En el ramificado escenario por magentas escamas su eterno fantasma de la ópera con exánime máscara y marchita rosa clamaba a la argenta plaga de sus manifiestos- 

"Quizás el eco de mis pasos ya no haya vuelto a resonar en la catedral donde oráis culto a vuestras sacras artes así como en vuestro impío santuario más vos sois lo único que ennegrece y carboniza ambas cámaras y estancias de candentes amaneceres semejantes a la naciente emancipación del divino Ra"-Lona y telón de agua turbia aún ocultaba sus majestuosas creaciones escuálidas que observaban de pupila blanca la platea y a sus acomodados por otro lado los atigrados dalmatas de amarillo y negros no manifestaban tensión alguna puesto que su gallarda domadora colmada de serenidad yacía.Acorde esperpento el dramaturgo,de tromba satírica la llama de las sombras consumió su ser hasta dejar más que nada.Presto melodrama su actitud de Fénix réplica de su majestuosa resurrección acuática acertada bajo la dama arropada de ámbar y sus dientes de sable involucionados dispuesto a realizar el gesto merecido-"Ruego que aquella que ostenta el don del lucero en el filo de sus solemnes soles sepa eximir a este nigromante de culpa alguna puesto que de igual condición que vos vivo para cumplir la voluntad omnipotente"

Inclinase ligera la señora del Ad abolendam, y con mirada celeste posada en opuesto equilibrio. Diríjase el brillo del orbe binaria a reflejo espejo de los otros y, volviéndose a erguir derecha, no apartase la mixtura del enlace platinado. Atentas le cuidaron las fieras, atrapadas en mágica templanza, intercambiando senderes de arrastre por los ojos de aquí a allá cuando controladas por su maestro se volviesen atrás los hombres negros. Digo el escenario, majestuosa el atavío de color al cimiento y a la perla, todo para el señor relucía en exquisito contraste disonante: por fuera luz excelsa Domus Aurea, y por entraña mausoleo breo. 

"Tiendo desinteresada el voto de su redención, Mestre das Trevas.  A usted alzo no mi compasión, que libra al sufriente de las padecencias del alma y la carne, sino mi entendimiento y respeto. Conjunto de luz y sombra, un hielo de fuego partido por rayo del irónico destino, al singular obedientes al grado máximo de expresión que los dotó del ser y la consciencia del efímero tiempo. Bien se sabe esto por cierto, del amanecer a la tarde, de la tarde a la negra noche. Luz,  alba y muerte. No me pida a mí perdones. Mi luz nunca dio más que el juicio y la paz fuera del cuerpo derruido por el fuego celestial, y en ello no quiero emprender contra usted, hijo de la mansa divina oscuridad.  Conservarlo vivo por egoísta deseo le prefiero. Pero de ello no hablemos, que la serpiente circular nunca deja de girar, bien lo comprobaron Heráclito  y Sócrates antes del último siseo". 

ガリア

Ánima animal

-Tacones y zarpas lijaban la húmeda moqueta a la entrada del templo de los peces gemelos,ataviada de nocturnas galas,de amarillento y negro atuendo semejante a las elegantes fieras que la acompañaban a ambos lados,enjoyado de ámbar semejante trío cual carruaje sin nada que envidiar a la gran Nefertiti.Sin duda alguna entraron gustosas a la circular estructura predominante de tinieblas y así rodeadas por las múltiples filas impregnada en las fauces de las escuálidas y oscuros leviatanes que custodiaban las fosas de profundo zafiro extasiadas bajo los azulejos del suelo así como en los curvados acuarios,no era muy descabellado pensar que el regente del lugar imbuía a sus depredadores con su propia esencia,sus obras maestras,hembra de astutas cualidades,Sinestra,macho de asoladora entereza,Ultraxion.Vivos en la no muerte,pequeños raspas de su estructura interna a simple vista,pupilas violetas sin cicatrices algunas.Inundado en sombras,un chasquido de dedos y dos focos posados en las personas de galo linaje como única vista panorámica de distancia-

"Mis sombras se regocijan con vuestra presencia siniestra luz de ámbar,bienvenida a la doceava casa mademoiselle Galia" 

Lucida por un vestido de medianoche, guante que ceñía la fémina silueta de mujer en flor. El gentil lucífero mudada en refulgente aura, en su cristal brillo atrapa la mirada astuta del Adán querido.  Enamoradas las bestias sus huellas persiguen, burladas por un astro de amor fugitivo. Oscurecida la estela a la sombra proyecta imagen de hechizo que más se quiere, divina ilusión por quien se muere.

En los níveos brazos se balancea el retazo de tela cuando la diestra lleva al pecho y la siniestra enmarca su propio talle en fatuo abrazo, y los cristales celestes  inyectan fija mirada, bien que esquivo no se hace. Espectros fantasmas de negra gala desfilan presentes o ausentes en el jardín salvaje que materia e inmaterial llama y destila. Entre ellas vagaba la rubia Galia, entre sombra oscura se reconoce cual vemos luna nueva alzarse entre nubes ponzoñosas, y en su brillo se cautiva al joven  bajo ala durmiente.

“Yo con ellas, Mestre das Trevas”   responde con la onda haciendo eco, pronunciando el ritual honorífico que corta el espacio con la punta de una aguja. Exquisita la entonación, focaliza las letras en peligroso juego. “¿Se ha extraviado usted que el suelo debajo de mi techo ya no pisa? No se recuerdan sus pisadas por Pallasbelta” bellas letras de reproche no intencionado, va caminando y la mano desvía a la fiera que cerca se aproxima en subyugo consentido.  

ハイペリオンとパラス◆ By: Kabodon

traslate please T_T

ok

by: ハナノ

♠[Expiación de Culpas]♠: el cumplimiento del castigo divino.

Sus manos jamás en el tiempo jugaron a una danza tan coloquial como aquella. ¿Lavar? Fundamento por principio primero era el deber constar a su alcance con agua, jabón, y una máquina de extraña pinta. Según investigó al enceder el aparato el agua vendría sola, por lo cual su misión era colocar el jabón con adecuada medición cuando las prendas depositase en su interior. Había visto mujeres como ella hacerlo antes,  mas obvió lo fundamental de tan minúscula hazaña  por no incumbirle los pasos que ,en vistas lejanas  de su condición , había dejado pasar apartando sus discos azules de la esforzada tarea. Se recriminaba a sí misma no haber permanecido a la expectación.

Tenía dos opciones: lloriquear o hacer. Una mujer de su porte nunca renuncia, menos ella cuyo orgullo desafiaba el limbo de lo divinamente mortal. A ello añadía ser esto mandato del Gran Señor,  quien a su bella palabra misteriosa sellaba bajo la marca a hierro vivo de “imposible de desentender y escapar”. 

No importa. Lo intentaría a pos de un fin místico y sabio. Pensaba que , con cada fregada que a la ropa sometiera, así lavaría su propia alma, haciendo morir las impurezas que mancharon a su fe en el dogma de Saturn. 

Lucida como una ama de casa, con el clásico delantal en juego con el risueño vestido hasta la rodilla, de ésta forma se presentó esa mañana en la lavandería subterránea del palacio-fortaleza. En sus dos manos llevaba una cesta repleta de lienzos vejados. Y, encima de ésta, un  anónimo libro.

Nunca había hecho esto.  Si de realizarlo habría de llevarlo bien, perfecto, y según la línea vertical de la disciplina. Con minucioso cuidado estudió los botones de la máquina lavadora, comprendiendo con la repetición y la percepción de la realidad cómo se utilizaba el objeto. Al poco de observar volvía la fémina vista a las páginas, intercambiado estos tiempos con los ojeos al manual. 

—La ropa va aquí. El jabón allá—una acción básica que cumplió según los prefectos, con un hado de buena suerte. Sin embargo, tras lo bueno viene lo malo, y al querer encender la maquinaría un crujido de engranajes se oyó en toda la habitación, quedando tras de sí un velo mortuorio de blanco silencio.

—Qué complicación…—exhaló en depresión, hermética en su calma—.Supongo tendré que hacerlo a mano…

Ese día la ex-santa de géminis caminaba a paso firme por los pasillos como acostumbraba hacer los días en que todo era paz y tranquilidad en la fortaleza, pero en esta ocasión no pensaba dar vueltas al lugar sino que tenía un lugar objetivo a llegar, la lavandería subterránea. Al poco tiempo de que empezaran las actividades de los sirvientes del castillo, se había encontrado con la diosa Pallas en los pasillos, y ella le pidió de favor que fuera a ayudar a Galia en lo que pudiese en el castigo que le había asignado el señor Saturno. ¿Lavar toda la ropa de los que se encontraban en el castillo? ¿Enserio? Siendo honesta jamás se había podido imaginar a su superiora en semejante trabajo doméstico, y menos que su Gran Señor fuera la mente maestra que le diera semejante castigo por sus fallas.  

Bueno, en cierto modo al menos ese castigo era menos severo de lo que pudieran imaginarse, porque -según los rumores/chismes- a Egeón le tocó un castigo mucho peor que el de Galia -limpiar todos los baños, y pulir los pisos de este castillo y del que estaba en el espacio (aparte dormir en un calabozo por tiempo indefinido) no era nada bonito- y no quería ni imaginarse de momento qué les tocaría a Hyperion y Titán. 

Llegando a la lavandería encontró a la paladina en medio de su labor, pero usando un delantal que hacía juego con el vestido que usaba en ese momento, dejándola levemente sorprendida pero no se delató porque inmediatamente se presentó.

— Buenas tardes, Galia-sama. —saludó haciendo una leve reverencia— Por “ordenes” de Pallas-sama, me presento a ayudarle por si alguna complicación se le aparece en su labor asignada por el Señor. Claro, si usted acepta. —aclaró siendo respetuosa, aunque las intenciones de Pallas de pedirle intervenir fueran buenas y que los trabajos domésticos eran pan comido para la géminis -por vivir mucho tiempo por su cuenta desde que era postulante a caballero hasta llegar al rango que deseó-, no podía hacerlo si la paladina se negaba. 

¡Qué suerte! Pallas-sama había anticipado los posibles padecimientos de la paladina, acertando con mucho acierto que por su cuna el contacto con ese tipo de deberes debiera serle casi nulo. En otro tiempo la alta mirada de Galia le habría empujado a declinar la oferta en una muestra inminente de su orgullo cabezadura, admirable y a veces imposible, pero en presente las ventajas de ceder y descender la vista parecían mucho más provechosas para la construcción de productividad.

Volteó en un giro de humo, dirigiéndose suave a su subordinada elegida por voluntad calculada.  No le diría que no a la ayuda brindada por la diosa.

--Paradox, justo a tiempo. Precisamente ahora requiero de tus destrezas--manifestó, y con parsimonioso movimiento le indicó la máquina central de la labor. --¿Crees poder hacerla responder? He seguido todos los pasos de un lavado perfecto pero no parece querer cooperar conmigo hoy...

by ノブ@望月マコト(もちまこ)

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