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#the trials of apollo #nico di angelo #solangeloMore you might like
La cara peluda de Crest estaba floja por la sorpresa. La sangre moteaba su pelaje blanco como la nieve. Su sección media era un desastre reluciente. Apretó el ukelele como si fuera lo único que lo anclaba al mundo de los vivos.
—Nos salvaste—dije, ahogando en las palabras. —Tú - nos compraste tiempo suficiente. Encontraré una forma de curarte…
Me miró a los ojos y se las arregló para graznar, —Música. Dios.
Me reí nerviosamente. —Sí, mi joven amigo. ¡Eres un dios de la música! Yo - yo te enseñaré todos los acordes. Tendremos un concierto con las Nueve Musas. Cuando - cuando regrese al Olimpo…
Mi voz vaciló.
Crest ya no escuchaba. Sus ojos se habían vuelto vidriosos. Sus músculos torturados se relajaron. Su cuerpo se derrumbó, colapsando hacia adentro hasta que el ukelele se sentó sobre una pila de polvo