Ya hace más de 15 años que fundé, con mucha ilusión, junto con tres socios más, mi primera empresa: AQS (Advanced Quality Solutions).
Desde mis tiempos de Universidad, se me hacía muy cuesta arriba la perspectiva de futuro empleado a las órdenes del jefe de turno. Así que, al poco de licenciarme, fundé esta empresa.
Pero esta ilusión del novato pronto dejó paso a la cruda realidad del 99% de los pequeños empresarios: pasarlas canutas con infinitos problemas de los que no desconectas nunca; impagos de clientes, falta de liquidez para pagar las nóminas, etc.