Hoy con orgullo digo que soy el resultado de las tormentas que pasé, de las que salí siendo más sabia.
Soy las heridas que sané sola en mi cuarto, entre lamentos, letras y lágrimas.
Soy los secretos que guardo y la confianza que genero en aquellos que me dejan llevarlos.
Soy el capullo apunto de florecer, soy el aprendizaje constante, la evolución inevitable, la fe inquebrantable.
Soy emoción y calma, paz y rebeldía, soy la calidez de un abrazo sincero, nostalgia pura, sensibilidad y empatía. Soy llanto y baile, creatividad y agonia.
Soy los errores que cometí y las veces que rectifiqué, los consejos que di y el silencio que guarde.
Esto soy, más grande que la dimension de mi cuerpo, profunda y sencilla, como un mar en calma.
-Kvang, amandome en letras.