El mundo está inquieto hoy.
Escucho, a lo lejos, la alegría
de una juerga de madrugada.
La risa cristalina de una
mujer me rompe el sueño.
Sabrá Dios dónde ladran los perros.
Llega a mi oído el murmullo de personas
que pasan caminando sobre la calle.
El sonido de sus pasos parece hipnotizarme.
Hay una melodía que el viento del este trae,
sé que la conozco, pero no logro recordarla.
El metal de las campanillas de
viento se fragmenta en el aire.
Una lechuza vuela cerca,
su ulular me pesa los párpados.
Cierro los ojos.
Pienso en ti,
pienso en mí,
pienso en nosotros.
Me late fuerte el pecho.
Tu voz rebota adentro de mí.
Y entonces me digo…
El mundo está inquieto hoy.