Me hiciste saber que mis más grandes miedos no estaban tan lejos de mi, porque tenía miedo de ti. Creí que le tenía miedo a perderte porque una vida sin tin era impensable, te convertiste en mi todo y mi mayor miedo era quedarme en la nada, y claro que esto último sucedio porque te entregué mi vida, mis sueños, mi amor, la complicidad, el afecto, charlas de nunca acabar que me hacían sentir en casa, mis más sinceras sonrisas, te entregué mis tristezas, lágrimas, miedos de niñez . Te di lo humanamente posible por muchos años, confíe en ti, coloque en bandeja de plata mi amor, honor y orgullo, y aún estoy buscando los pedazos que dejastes regado de ellos porque sí aún me estoy recuperando de esas madrugadas de tristezas infinitas, de aquellos besos secos y palabras frías que me diste a cambió.
Discúlpame si después de un año estoy acá escribiendo sobre ti pero es el único desahogo que encuentro porque que difícil ha sido perdonarte por el desastre que dejaste en mi corazón, pero más difícil ha sido perdonarme a mi por permitirme creer que lo que teniamos lo podíamos llamar amor. Tuvo que pasar mucho tiempo, muchas terapias, conversaciones con mi mejor amiga, charlas en medio de la madrugada conmigo misma para entender que tú me hiciste vivir en carne propia mis más grandes miedos y creaste cientos de miles más después de irte pero acá estoy aprendiendo a vivir con ellos y dejándote a ti detrás..🫀