Remitente diminuto.
Hola. ¿Cómo estás? No he dejado de quererte, puede que no te lo esperes, pero aún sigo pensando en ti, quizá creas que no te lo mereces, pero quizá fui yo quién nunca fue digno de algo tan hermoso. Ha pasado el tiempo, pero nada pasa sin ti, se escurren los segundos, pero nunca los recuerdos, los minutos avanzan hacia atrás mientras sigo esperando a que aparezcas entre mis 9 y tus 11, quizá nuestro reloj se descompuso, pero sus manecillas indican que te extraño puntualmente a eso de un cuarto para la nostalgia, y en mi cabeza vives dando vueltas. Quisiera que lo sepas giganta, soy pequeño desde que no estas.