Asintió nuevamente. Lupin se hallaba más silencioso de lo habitual, pero no reflejaba su quietud. —Lo era —correspondió—. Entiendo, el Ministerio no se ha enfocado en estos casos —apuntó sin resultar acusatorio. Sabía que las autoridades mágicas eran a las que se refería.
—En estos ni en ninguno que no involucre a los puristas— aquello ya no era un secreto para nadie —Quieren quedar bien frente a solo una parte de la comunidad, todos lo sabemos, y a nadie le importa lo suficiente—