Bon Voyage
El dolor se instala como una sombra eterna,
donde la traición dejó una marca interna.
Los días pasan, la herida no sana,
la mentira duele, y el alma reclama.
Se confió ciegamente en dulces palabras,
ahora parecen veneno, como dagas.
Cada recuerdo, cada momento vivido,
hoy se siente frío, marchito y perdido.
La mentira, sucia y cruel, todo ha marchitado,
lo que era eterno, se ha quebrado.
Sueños construidos se desmoronan,
las risas compartidas se evaporan.
La confianza, pilar fundamental,
quebrada y rota de forma brutal.
No hay vuelta atrás, ni ignorancia que valga,
la verdad duele, pero no engaña.
El corazón, que latía con esperanza,
ahora pesa, cargado de desconfianza.
La mentira reescribe el pasado,
preguntas y arrepentimientos ha dejado.
Los días grises se suceden sin fin,
la sombra de la traición no tiene fin.
La capacidad de confiar se ha perdido,
dejando una cicatriz que siempre estará latente.
Se pensaba que el amor era suficiente,
pero la realidad mostró otra corriente.
Se esperaba lealtad, se recibió engaño,
y ahora el alma vive en un extraño daño.
El alma marcada, el tiempo suaviza,
pero nunca se olvida, la lección se precisa.
La mentira, pequeña o grande, destruye lo puro,
la verdad, por dolorosa, es siempre un seguro.