* / 𝖙𝖍𝖊 𝖜𝖔𝖗𝖘𝖙.

‘no, no lo sé. no hablamos de nuestros problemas amorosos’ y era verdad. cada vez que se reunía con el muchacho era para ahogar sus penas en alcohol, ponerse a discutir sobre quién tenía el corazón más roto jamás había sido una opción. deteniéndose a pensar durante un segundo, esa era la primera conversación real que mantenía con la rubia en mucho tiempo, probablemente desde que habían terminado. desde que emerson había terminado. tenía razón; nunca le había dado una razón concreta sobre su ruptura. ‘sí, creo que te merecías una’ replicó, mirándola a los ojos durante una fracción de segundo antes de volver la vista a sus manos. ahora que en ese nuevo universo no existían los adultos todo parecía una estupidez, mas el error ya estaba hecho. ‘no me sentía capaz de enfrentarme a mis padres…’ y luego de pensarlo un momento, inspiró hondo y añadió: ‘pero al final lo hice’

las conversaciones serias no eran el fuerte de october, es cuestión de que la castaña le dedique una minúscula mirada para que sienta la necesidad de tragar con fuerza y deshacer ese nudo que se forma en su garganta. todo el mundo le decía lo mismo: “es solo otra chica, o”, acostumbrados a verle distintos rostros cada fin de semana. pero ella sabía que no era cierto. sabía que emerson no podía ser una más desde que tenerla cerca le provocaba mucho más que ganas de acostarse con ella. no aparta su mirada, le examina mientras la escucha hablar y quisiera entenderla, pero ella nunca tuvo que pasar por algo así. a sus padres no les importaba la vida de su hija, mucho menos a quien besaba. se limita a relamer sus labios y suspirar, asintiendo. “bueno,” musita, intentando fuertemente por sonar igual de animada que siempre, relajada / desinteresada, como si no hablaran de su relación. sin embargo, agacha la mirada, algo inusual en la inglesa. le cuesta, a pesar del tiempo, estar ahí frente a ella en su habitación y sentirla tan lejos, cuando antes había desatado un lado oculto; ese que le provocaba ganas de besarla o tomar su mano todo el tiempo, cualquier muestra de afecto. finalmente, tras un largo silencio ocupándose distraídamente de colocar el porro entre sus labios, encenderlo y darle una profunda calada, se remueve en su lugar. “nunca le he pertenecido a nadie,” comenta después, y está segura de que la contraria lo sabe, incluso sin decírselo directamente. “pero tú, ems...” se inclina hacia ella, con intención de enfatizar levemente sus palabras. “tú sí me cambiaste el juego,” confiesa, alzando la vista para mirarla y alzando su mano paulatinamente para pasarle el cigarrillo. 

“Preferiría que no lo hagas.” Insiste pues no está para nada orgullosa de su comportamiento, se dejó llevar y termino por realizar todos los actos que siempre aborrece, siendo que pudo utilizar su tiempo en cosas más productivas. Se queda allí cuando Toby desaparece pues tampoco desea moverse, cada vez que alguno de sus músculos intenta ponerse en marcha la puntada en su cabeza se vuelve más intensa, obligándole a mantenerse quieta en su lugar. Una vez que vuelve a observar su figura se siente extrañamente aliviada, pensó que no regresaría y a estas alturas la necesita, algo que no pensó que sería posible… pero lo es. “De acuerdo, solo espero que no esté envenenado.” Dice tomando el vaso, claramente bromeando aunque su tono es neutro, incluso cuando habla el eco de su mente no le permite razonar correctamente. Lleva el cristal a sus labios y comienza a beber. No había podido percatarse antes pero estaba sedienta, muy sedienta, razón por la cual finalizar aquel líquido no resulta problema. “Recuerdo… que mi vestido quedó atascado y…” Frunce el ceño, esforzándose. “Tomé ponche, mucho ponche, y baile como si fuese el último día de mi vida, joder, de seguro parecí una tonta.” Y el dolor de sus pies ahora se explica mejor.

sonríe levemente ante las palabras de la mayor mientras la observa beber, pues está consciente de que su relación no es la mejor, pero sin duda no perdía nada tratándola bien de vez en cuando, sin burlas o intentos por sacarla de quicio. claro que esa compasión duraría poco, y se nota cuando media luna se transforma en un gesto burlesco cuando la rubia le narra los acontecimientos de la noche anterior, provocando que emita un sonido similar al de una risa a medias. “joder, eres un cliché de chica buena borracha” niega un par de veces, genuinamente divertida, echándose hacia atrás para recostarse levemente, apoyándose sobre su codo al costado. “el ponche fue un éxito, hay que agradecerle a jesse por él -- deberías decirle personalmente, seguro te regaló la mejor noche de tu vida indirectamente” se permite reír un poco más, pensando en la contraria bailando y divirtiéndose. la consideraba tan cuadrada después de lo sucedido entre ellas, que le costaba imaginarla pasando un buen rato. “sí, seguro te veías como una tonta,” concuerda, pero cuando alza la vista para buscar la ajena y la sonrisa traviesa se dibuja, queda en evidencia que bromea. “¿qué más? ¿bailaste con alguien importante?”

observó a la rubia durante un par de segundos, debatiéndose entre contarle o no. ¿qué más daba? probablemente toda la ciudad lo sabía a esa altura. se había puesto a gritar como una loca durante el baile y seguramente también había hecho más de una ridiculez borracha. ‘si te burlas te golpearé. no lo parece pero tengo un puño de acero’ amenazó y, como si no fuera suficiente con sus palabras, colocó su diestra a la altura de su rostro. ‘mi padre se fue de casa porque nos enteramos que tenía una vida paralela y al parecer tenía un hermano… bueno, mi hermano está aquí. es evan, el de la guardia’ al finalizar, soltó un suspiro. ‘¿no te enteraste? creo que todo el mundo me vio gritándole estupideces’ 

“sí, ya me imagino,” dice, desacreditando la amenaza que lanza la menor, y desviando la vista mientras la rubia comienza a explicarle, pretendiendo que no tiene mucho interés en sus palabras, sin embargo, le está prestando toda su atención. se dedica a mirar la medusa que tiene tatuada en su mano, torciendo ligeramente los pétalos. “estaba hundida en mi propia tragedia,” admite, aunque lo suyo era sufrir internamente por sus amigos y su ex, nada comparado con lo de sansa, al menos a simple vista. “eso apesta,” expresa, alzando la vista por fin. “y este... evan, el de la guardia, ¿qué hay con él?” alza una ceja. “¿no te agrada directamente, o es por lo de tu padre?”

verismo con el cual palabras siempre eran declamadas no fallaba en dejar estupefacta a menor, quien casi siempre terminaba por dejar escapar una risita ante honestidad impropia, como así lo hizo en aquella ocasión. ‘ ¡oh! me fue muy bien. me nominaron a reina del baile, una persona que quiero mucho ganó y… otras cosas. ’ casi tarareó sin querer siendo regocijo bastante notorio en sonrisa que no paraba de deslumbrar. ‘ ¿más feliz? ¿por qué lo dices? ’ seguro que sí lo estaba, no sabía que era tan obvia al respecto, sin embargo.

“eso escuché -- no puedes decirle a nadie, pero hubiésemos sido mejores rey y reina que percy y sansa” juega, alzando una ceja y dedicándole una sonrisa cómplice a la menor, muy diferente a la de hacía un par de segundos. sus cejas se juntan levemente, expresión bastante común cuando está cerca de la rubia, pues le resulta increíble que siempre parece estar contenta. “la gente habla, birdie may. así que suelta la sopa”

su congoja propició pronto la suya, tampoco estaba brincando de emoción por discutir el tema, pero le era imposible ignorar aquel sentimiento pesado en su interior. ❛Lo disfruté…mucho.❜ le afirmó primero, para que no pensara por ningún motivo que el problema era con ella. ❛Pero no debimos, yo… es que nunca creí que cruzaríamos esa línea.❜ admitió, encogiéndose más de hombros mientras se aproximaba a la rubia, cabizbaja. ❛Sé que técnicamente éramos libres de hacerlo, pero, no se siente bien, es decir… creo que al punto al que estoy tratando de llegar es que… me siento culpable.❜

relame sus labios y los mismos forman una línea, pues incluso con su imprudencia, es incapaz de formular uno de sus comentarios acompañados de su típica sonrisa socarrona y el tono juguetón. “hemos estado jugando este juego desde el principio, harley. no sé qué esperábamos que sucediera” admite, negando con suavidad. se queda meditándolo un segundo, acercándose de la misma manera, y cruzándose de brazos, añade: “ambas estamos solteras -- no tenemos que darle explicaciones a nadie” se encoge de hombros, y por supuesto que no le sabe bien, pero la inglesa no era conocida por tener ideas inteligentes ni por pensar mucho en el prójimo. aunque tratándose de adelaide sí le removía algo. “ya sé. ya sé que no se siente bien” agacha la vista por lo que está a punto de confesar, que quizás no debería, pero nace impulsiva: “pero se sintió bien en el momento -- ¿para qué mentir? lo haría otra vez” sí, su honestidad excesiva quizás podría acarrear muchos problemas. “¿quieres que le contemos?” pregunta, finalmente alzando la mirada para buscar la ajena.

“Vamos a ver Toby, tanto pedirme nudes… ¿No debería ser tu amante por lo menos? Dame un título honorífico o empezaré a pensar que solo soy otra más en tu lista” exageró aquello último con una mano en el pecho, actuación teatral totalmente quebrada por la risotada siguiente.

“eres muy lista, eh. no esperaba menos de ti,” admite, echándose a reír por la ocurrencia de la castaña. “es que tú siempre me tomas el pelo -- además, para ser mi amante debemos intercambiar algo más que nudes,” explica, inclinándose en su dirección y bajando el volumen como si le contase un secreto sucio, antes de largar otra risa.

“creo que te quedaría bien.” — ( @flocdeneu )

“tendré que ver dónde acomodarlo,” comenta, inspeccionando la imagen que guardaba en su interminable carrete del iphone y que por alguna razón, aún no había plasmado en su piel. “y ver si tu dulce amigo hugo quiere hacer el trabajo,” alza la ceja cuando posa los cerúleos sobre ella, esperando por una reacción.

               ❝ creo que te quedaría bien. ❞ / @hvyes

“¿el uniforme de animadora? para nada.” los colores pertenecientes al mismo a la par de su antigua escuela, eran memorias que decidió dejar atrás, por el bien de su salud mental. “a ver, ¿por qué no te lo pones tú? eres la rubia.”

larga una risotada tras el cuestionamiento ajeno, incluso echando la cabeza ligeramente hacia atrás. “no, bonita, no soy ese cliché. yo estaba en el equipo de soccer” cuenta con diversión, acercándose a ella. “¿por qué no habíamos hablado del uniforme antes? es algo que me hubiese gustado quitarte” comenta, esbozando una sonrisa socarrona.

                  ❝ no sabía a dónde más podría ir. ❞ / @hvyes

“me ofende ser tu peor es nada, toby, espero que lo sepas.” se apoyó en el marco de la puerta mientras sus azulinos se mantenían fijos en la de menor estatura. “¿pasó algo?” indagó, curioso. 

“no eres mi peor es nada, no digas eso, dramático” se burla, aunque entiende el punto. usualmente pasa tanto tiempo con su reducido grupo, que le cuesta poner atención al resto de sus amigos y podía parecer que no le importaban, pero claro que lo hacían. “nada, nada” frunce el ceño. “bueno...” relame los labios tras suspirar y trata de poner su expresión más angelical para no parecer oportunista. “¿puede ser que no quiera estar en casa? drama de fraternidad,” le resta importancia.

Si no fuera porque la preocupación se hizo más y más grande, le habría otorgado una de sus clásicas frases que curaban cualquier malestar de forma instantánea, pero se trataba de Toby, a quien no soportaba ver en medio de un dilema  o herida. Si no había palabras las buscaba para ella, si tenía que juzgarla sabía que no era el santo de West Ham para hacerlo. Cuando la oración final fue pronunciada, se tomó unos segundos para procesar la idea central. “Si cometes un asesinato seré el primero que te dirá ¿dónde escondemos el cuerpo? jamás te juzgaría por algo…” aclaró previo, extendiendo su mano para alcanzar la contraria. “¿Cuál es el problema con eso? Es decir yo tam...” se cortó al instante, meditando más la información para no tener que soltar en ese momento lo que no venía al caso.  “Es Harley, bonita, tú también lo eres. ¿Qué te molesta de todo esto?” ¿no te parecía atractiva? guardó para sí mismo, porque desde que se habían privado de verse a diario sentía que no se contaban todo. “¿Tenías otra clase de relación con ella que cambió radicalmente con el alcohol de por medio?” 

no es común en la inglesa el otorgar muestras de afecto, incluso con su grupo de amigos quienes eran sus máximos receptores de confianza, pero claro que tenía sus momentos suaves, sobre todo con el azabache. si bien les expresaba la misma cantidad de cariño; era más común ver a la rubia acariciando el cabello de marshall o cantándole en voz tenue mientras descansaban hombro con hombro en el suelo. o como ese preciso momento, donde permite que el contrario estreche su mano. aunque alza una ceja ante el cortón del muchacho, decide dejarlo pasar esta vez y desvía la mirada, asintiendo. “lo sé, harley es... wow, es muy atractiva,” admite, pues de eso no hay duda alguna, lo supo desde la primera vez que la vio. mentiría si dijera que no tuvo un interés sexual desde el día 0 ( así era october, no era para sorprenderse ), y por algo existía ese juego coqueto que había con la castaña. “es decir, somos amigas. a veces flirteábamos, era... pues era un juego de amigas, mars. no pensé que fuéramos a cruzar los límites,” confiesa. no le parecía que harley fuera a tomarse en serio sus comentarios. “el problema es que... ella salía con una amiga mía. — joder, una buena amiga” admite, sintiéndose terrible por haber traicionado así a la ojiverde. “mierda. lo jodí, mars. va a odiarme”

‘se enamoró, y la gente hace todo tipo de estupideces cuando está en ese estado. además, minsoo no es mala persona’ argumentó, depositando algunas fichas a favor de su amigo. el comentario de la rubia provocó que elevara sus cejas, tomada por sorpresa, aunque esa fue la única reacción que demostró. ‘sí, bueno… yo también elegí otras cosas antes que a ti. todos cometemos errores’ uno del que ella se arrepentía a diario, pero october no necesitaba saberlo. 

“enamorarse ya es estúpido de por sí,” murmura, más para sí misma que para la contraria. frunce el ceño y sin poder contenerse, pregunta: “¿sabes lo que hizo minsoo?” y rápidamente modula su tono al añadir: “olvídalo. no me interesa su relación” porque ella no se ha estado comportando de maravilla y sería la menos indicada para juzgar el accionar ajeno, además de que emerson no era precisamente la persona a la que toby quisiera contarle sus estupideces. no cuando aún le importaba lo que pensara de ella. los zafiros se clavan sobre los grisáceos ante aquellas palabras y por un momento siente pesado el corazón. quiere exigirle una respuesta, quiere saber en dónde diablos están paradas y por qué están ahí, compartiendo cosas, como si no doliera. porque a ella le dolía como el primer día. “no me diste una explicación,” suelta por fin, observándola. “y me gustaría saber — es decir, usualmente es porque no es lo mío, pero esta vez...” esta vez lo intenté, esta vez di lo mejor, esta vez tenía que ser diferente. menea la cabeza y encoge un hombro. “solo quiero saber por qué”

Frunce el ceño, le gustaría poder decirle que está equivocada (como hace usualmente cuando se encuentran) pero esta vez le es imposible pues, por más impresionante que le parezca: Toby tiene razón. “No estoy para sermones, ¿si? Ha sido una cosa de una noche… me dejé llevar por el ambiente del prom.” Quiere justificarse, en cierta forma lo hace pues no está mintiendo, no era su intención terminar así pero las cosas se fueron de las manos. “Eso depende, si acepto, ¿prometes que no volveremos a tocar el tema?” Está dispuesta a aceptar su remedio y a buscar con ella posibles fragmentos de memoria, pero no si eso implica que le torturará con lo sucedido en los días siguientes.

“el ambiente del prom,” repite, bufando con gracia, como si aquello fuese estúpido. pasa por alto la posibilidad de que todos los demás tuvieran una buena noche, a diferencia de ella que, aunque tuvo momentos a destacar, le pesó más la pelea con su mejor amigo. “claro que tocaré el tema de nuevo,” le asegura, esbozando una sonrisa burlona antes de desaparecer por un instante, dirigiéndose a la cocina para poder servir un vaso de agua y disolver en este un par de antiácidos. cuando vuelve a la habitación carga dos vasos: uno con el agua y otro con jugo de naranja. “bébelo todo” casi suena como una orden cuando le entrega la bebida con el medicamento burbujeante, y el jugo lo coloca en el buró a lado de ella. finalmente toma asiento al borde de la cama y la observa, expectante. “y bien, ¿qué es lo último que recuerdas? — oh, ¿amaneciste vestida? eso es lo importante”