La luz acaba de irse, cรณmo suele suceder รบltimamente por aquรญ. Ya es costumbre observar el negro cielo y sus brillantes estrellas con mรกs claridad, sin el estorbรณ de las luces de la ciudad, mientras me abrazan los brazos de morfeo. En la oscuridad de mi habitaciรณn los murmullos de las paredes se hacen notar, los alaridos del techo de madera y chillido de la ventana. Hay lugar para todas esas terribles voces. Pero muy de vez en cuando, un par mรกs se suman al coro nocturno.
Esas que cantan junto a tus oรญdos con sus horrorosas voces, esos que narran profanas y asquerosas historias desde el rincรณn mรกs oscuro de la habitaciรณn. ยฟLos has escuchado alguna vez? Todos lo hacemos. Ellos siempre estรกn allรญ. Aunque a veces no podamos verlos, no podamos entenderlos. pero siempre nos observan. Estรกn junto a ti en este preciso momento.