En dónde ocultar el resentimiento que me da,
al pensar en tener que compartirte
con el resto del mundo.
En dónde ocultar el resentimiento que me da,
al pensar en tener que compartirte
con el resto del mundo.
- Seguen Oríah ☁️.
Aún me quedo inmóvil,
expectante del miedo
que me impide avanzar a mi meta.
Sin poder correr,
sin poder huir.
Solo estática entre puede y ser.
Hoy es de esos días, en que el cansancio de pelear día tras día por mi misma, me abruma y empequeñese...
El temor aprisiona mi garganta.
¿En dónde quedaron todas aquellas promesas olvidadas?
Al recordarlas solo me queda decir que fueron mentiras, dichas con fines manipuladores …
Aveces, muy a aveces
tal vez, casi siempre,
me encuentro añorando tu presencia,
gritándole al monstruo qué guardo
en una cajita negra,
que no me perteneces solamente
a mi.
Que debo compartirte con el mundo.
Que debo aceptar que tu tiempo y
tu atención no son sólo para mi.
Porqué somos tan malos?
En el premeditado caso de haberlo hecho intencionadamente.
En el repentino lapso de tiempo en que los labios no se besan, no se tocan, no se sienten, cuál es aquella duda que azora tu pensamiento?
Aquel calor que envuelve tu corazón...
Realmente debería doler?
El amor debería doler?...
Tantas veces que he querido olvidar todo, el daño, el dolor, las penas, las peleas, los engaños, las lágrimas, las tristezas, lo bueno, las sonrisas, lo agradable de lo nuestro.
Tanto, que a veces me hiero.
Tantas veces que con furia irracional he querido arrancar esto, arrancarnos de mi carne y de mis huesos, olvidar tu nombre, olvidar tu olor, olvidarte...
Respondiendo a esa pregunta de siempre.
No, no podemos estar bien, nunca.
Porque no quiero estarlo.
Perdóname.
Siento miedo, desesperanza.
En dónde guardo este sentimiento
que atenaza mi corazón, con ahogarlo?
Podrías fácilmente encontrar otro amor, otra piel, otra voz a la cual amar.
Me he vuelto envidiosa
de los ratos que pasas sin mi compañía.
Tu tiempo.
Reselosa de las atenciones
que regaladas sin precaución
a personas
que a mi consideración
no lo valen, no entienden, no captan,
que vale, bastante,
como lluvia de pepitas doradas
tus miradas, tus palabras,
acciones premeditadas para conseguir
algo a cambio.
Porqué nos aferrabamos siempre a estar juntos?
Porqué? A pesar de la obvia negativa de todo el mundo, de los contras, de las oportunidades porqué?
El corazón en el que hábito, me hace daño.
Realmente deseo con todas mis fuerzas volver a comenzar, pero posiblemente terminaría igual.
Terminaríamos igual...
Yo con el corazón roto y tú en brazos de alguien más.
Así es como terminan las ganas después de haberte roto el corazón, una y otra y otra vez...