James Potter

“Las niñas también ya les han aprobado desde el fin de semana pasado cuando pasaron el sábado conmigo en el refugio. A Norah ya la conocían y les ha hecho ilusión verla en el refugio, a mí me hizo gracia ver como las dos no paraban de hablar mientras estábamos dando de comer a los perros que tenemos en el refugio, pues ellas iban dándole el nombre de cada uno y hablándole de sus juguetes favoritos o de cómo les gustaba que les rascaran la barriga o tras las orejas. Con Kian estaban más tímidas al comienzo, más calladas incluso cuando él se acercó y se acuclilló para saludarlas con una sonrisa, pero bastó con una rana de chocolate para cada una para que ambas se soltaran un poco más con él y que terminaran explicándole por qué no se debe hacer enfadar a un cangrejo de fuego y sobre los suaves que son los mooncalf. Kian les prestaba atención y yo intentaba aguantarme la risa contrario a Ly que tuvo que irse con disimulo porque no podía con el gesto de seriedad que tenían Aster y Lei mientras hablaban.”

-¿Y bien?

Le pregunto cuando entra por la puerta de la bodega donde me encuentro organizando los alimentos que han traído un par de vecinos a modo de donación.

-¿Qué quieres que te diga? Tienes buen ojo, fíjate a quien fichaste primero.

La veo señalarse con su índice antes de guiñarme un ojo y yo no puedo evitar reír al verla.

-Venga, hoy no vino la presumida, pero te han mandado a ti, ¿no?

Sarah ríe igual que lo he hecho yo antes de alzarse despreocupadamente de hombros mientras yo reviso la fecha de vencimiento de las latas de alimento húmedo para gatos que están sobre la mesa que solemos ocupar para hacer las raciones.

-Me recuerda a ti preguntando todo, pero espero que sea solo mientras se acostumbra y no algo permanente, contigo ya es bastante.

Bromea y yo aparto la vista de las latas que estoy por acomodar con ayuda de la varita para mirarla con ambas cejas levantadas, aunque en realidad quiero reírme por lo que dice.

-Creo que encaja perfectamente.

Asegura y yo sonrío, volviendo a prestar atención a lo que hacía, moviendo la varita para hacer que las latas vayan a uno de los estantes en el que ya había hecho espacio previamente. Que me diga eso a mí me deja todavía más tranquila porque, aunque yo sea la dueña y la jefa, la opinión de quienes me han ayudado a construir todo siempre es importante, tanto como el hecho de que todos se lleven bien para hacer las jornadas más llevaderas, porque lo mismo nos quedamos un día el tiempo justo y al otro hay que extendernos en el tiempo porque las cosas se han complicado.

-Bueno, entonces me quedo tranquila sabiendo que esto seguirá en pie cuando yo no esté.

-Lily y Sarah sobre Kian

Aprovecho el rato de silencio para hacerme con el móvil y sentarme en el sofá para entretenerme con él revisando las notificaciones, tengo un par de mensajes de Lu y la respuesta de Margot al audio que las niñas me han pedido enviarle durante el almuerzo, mismos que me ocupo de responder antes de sonreír cuando veo que las fotos de Sukha que le he reenviado a Irene ya aparecen con el doble check y han sido entregadas. Estoy por cambiar de aplicación para leer los comentarios que han ido poniendo en Instagram cuando el ruido de la estantería me hace despegar la vista de la pantalla, riendo por la imagen que aparece ante mis ojos.

-Lei, vas a tirar a Ly.

Advierto al ver como la niña está aferrada a la pierna derecha de Lysander, como si fuese un koala abrazada al tronco de un árbol.

-“¿Verdad que no tío? ¡Qué es muy fuerte, mamá!”

Me responde ella mientras escucho a Ly reír y le veo levantar los brazos para mostrar músculo por lo que ha dicho la niña. Yo niego con la cabeza y cuando Ly comienza a avanzar, reparo en Aster que sale detrás de su hermana y su tío acercándose a mí con sus manos cubriendo sus orejas y un gesto de preocupación en la cara que se apresura a decirme la causa antes de que yo pueda abrir la boca para preguntarle.

-“Mami, el tío Ly dice que se me van a meter torposopos por mis oídos”

Me cuenta mientras yo guardo el móvil en el bolsillo de mi filipina para poder abrazar a mi hija y sentarla sobre mis piernas. Mientras lo hago escucho la risa de Lei que no ha soltado a su tío en el camino de este al escritorio a la vez que yo intento que Aster baje un poco los brazos y se descubra.

-¿Qué se te van a meter los torposoplos? ¡Pero si aquí ya no hay torposoplos! Ya me he asegurado de hacer que se fueran.

Le digo a la niña, buscando a Ly con la mirada. Él se vuelve al sentirla y se encoge de hombros.

-Al fwooper se le acabó el encantamiento.

Me dice al entender la pregunta que le hago en silencio mientras sigue revolviendo entre las hojas que hay en el escritorio y yo sonrío, sabiendo que los torposoplos han sido la única manera de hacer que se tapara los oídos mientras volvía a colocar el encantamiento silenciador pues, a diferencia de Lei, Aster hace caso después de que se le acaban todas las opciones para protestar.

-Venga, pequeña, aquí puedes estar tranquila, el que rondaba se ha quedado abajo con los bichos.

Le insisto usando mis manos para ver si con eso hay suerte y cede, cosa que hace tras verme un momento y pensárselo. Yo beso su mejilla haciendo bastante ruido para hacerla reír y después vuelvo a hablar.

-¿Tienes el registro del augurey que ingresó en la mañana?

Me pregunta y yo asiento al alcanzar el escritorio y sacar una de las carpetas en las que no ha buscado todavía, para entregarle la ficha que hizo Norah.

-¿Comprobando si lo hizo bien?

Bromeo y el niega mientras abre la carpeta que le he dado.

-No, sé que lo hizo bien, solo necesito saber la dosis de poción que le aplicó para poder darle la que sigue.

Me dice con su sonrisa en el rostro mientras sus ojos se mueven por las notas que tiene entre manos.

-¿Ha salido bien, no?

Le pregunto mientras comienzo a organizar los papeles y pergaminos sobre el escritorio. Es algo que hago siempre cuando está por finalizar el día.

-Creo que más que bien, Lils. Ellos dos han sido mucha mejor opción que nuestro amigo mandón.

Me dice guiñándome un ojo a la vez que yo frunzo el ceño solo de pensar en ese hombre.

-Hazme el favor y no me lo recuerdes, ¿quieres?

-Lily y Lysander sobre Norah y Kian

La voz de Norah se escucha mientras despide a las personas que atendía y un par de minutos después aparece por la puerta con el sujetapapeles en su mano derecha con el que se acerca a nosotros.

-¿Por qué no todos pueden ser como ellos? De los que traen a sus mascotas antes de que el problema de verdad sea problema

Pregunta antes de colocar las notas y papeles en su lugar.

-Uy, Norah, porque el molde de esos se averió muy pronto y solo hicieron unos cuantos.

Sarah es la que responde cuando entra llevando a las niñas de la mano, aunque estas se sueltan para ir al sofá, atravesándose en el camino de Kian quien viene detrás y que tiene que detenerse de golpe para no chocar con ellas.

-¿En algún momento dejas de enfadadarte cuando llegan los que dejan que el problema sea grande?

Pregunta cuando vuelve a caminar para acercarse a Norah y guardar las notas que tiene él de nuestros dos miembros más nuevos y pequeños. Sarah, Ly y yo nos miramos un momento antes de negar a la vez pues es imposible que no te enfades por algo así cuando tu trabajo es hacer que los animales tengan la calidad de vida que se merecen.

-Nosotros no lo hemos aprendido. Pero con el tiempo lo gestionas mejor.

Le respondo a la vez que me encojo de hombros, viendo que los demás asienten, percatándome de la sombra de decepción que se asoma por un momento en los ojos azules del chico.

-Y si no lo gestionas, vienes aquí y despotricas contra el responsable. Eso también sirve.

Añade Sarah haciendo que todos terminemos riendo por lo que dice, porque el desahogo siempre es una buena táctica y hacerlo con las personas adecuadas lo mejora un montón. Y yo sé que las tengo al verlos a todos juntos, riendo, compartiendo el final de la jornada y con los días que llevamos juntos.

—

Los dos nuevos miembros del equipo de trabajo de Happy Paws

Ambos estarán colaborando tanto en la parte mágica y la no mágica del refugio.

La publicación que subí a Instagram el pasado 30 de junio de 2031, anunciando por fin a todos mis seguidores que Archie y yo vamos a ser papás.

|| Es un pequeño detalle que me gustaría tener con todos vosotros, pues he querido plasmar la primera sonrisa que vuestro personaje le ha dedicado a este pequeñx Weasley que viene de camino. Aunque me gustaría haber roleado el anuncio con todos, sé que tenemos muchas oportunidades más a lo largo del embarazo de Lu. Espero de corazón que os guste  💜

@archiehackett @molly–weasleyii @danmasenblog @victoireweasleyuniverse @tedlupint @all-my-secr3ts @darielcarter @louisw-weasley @margothaldrich @wizard-fredweasleyii @hopejacksonworld @roxweasleyj @roseweasley-shpf @abeldietrich @hugoweasley-g @eider-parker @jamiuspotter @arlenegardner @albuspotterw @alhenadabney @lilupotterw @hijodelosbarcos

//Precioso <3

¿Una hija mía y de Ginny Weasley? ¿La nieta de Arthur y Molly Weasley y de Lily y James Potter? ¿La hermana de James y Albus? ¿La sobrina de Hermione Granger y Ron Weasley? ¿Defectuosa? -pregunto, porque eso tiene que ser imposible.-

-Harry Potter

— Harry Potter

Tú eres una galaxia entera, en eso eres insuperable.

-Lily sobre Harry

Siempre te vi futuro como jugadora cuando eras pequeña. Como a tu madre.

Sabes que lo pensé y que quise serlo. Sobre todo cuando entré al equipo en la misma posición que ella. Pero al final me ganaron los animales…

Lo tuyo es vocación, y eso no puede cambiarse

Ahora mismo no lo cambiaría, por nada. -Aseguro porque es así, lo que hago es lo que me apasiona.- Además con una estrella en la familia es suficiente. -Bromeo pensando en Hugo y todo lo que ha logrado en sus años. Para mí ha sido suficiente haber entrado al equipo, haber sido cazadora como mamá usando el mismo número que usaba ella y haber sido capitana en mi sexto año, igual que tú.-

-Sé que no lo cambiarías, que tu trabajo es lo que más te apasiona, y por eso sonrío con orgullo. Eres tú misma, y eso es lo que me gusta de ti.- ¿Cómo que una? -pregunto, forzando gesto de ofendido.- ¿Y yo qué? ¡Soy el Elegido!

-Harry y Lily

¿Qué vinos tienes?

-Levantas la cabeza y puedo ver tu ceño fruncido, aunque la sonrisa no te falta nunca, al menos conmigo ni aunque tuvieses un día pesado en el trabajo. Y es que estoy segura de que ha sido así porque de todo lo que digo lo que capta tu atención es la parte de beber algo, vino para ser específicos. Yo me encojo de hombros haciendo memoria.- De elfo, de saúco y un par de vinos argentinos que siempre tiene Nico. -Respondo porque de esos no tengo mucha idea porque me ha costado un poco hacerme a los sabores por más que me diga que algunos son dulces.-

-Tú me sugieres ese tipo de vinos, y entonces me giro hacia ti, alzando las cejas.- Me fiaré de que Nico no le haya metido matasuegros en esos… Que te diga él cual es el bueno

-Yo imito el gesto que haces con las cejar cuando te escucho, aguantando la risa.- Cómo eres… -Replico negando con mi cabeza.- Seguro que más bien le pondría quiereyernos. -Te digo porque eso me pegaría mucho más con él, porque de lo único que podría matarte a ti es de celos y un poco fue así al principio.-

-Río por el gesto que haces cuando me reprendes como soy, pero me esfuerzo en ser el padre pesado que siempre he sido. Me encojo de hombros, subiéndome un poco las gafas.- ¿Cómo soy? -bromeo, riendo por eso que me has dicho del “quiereyernos”.- Parece la típica poción que solo podría elaborarse con las notas del Príncipe Mestizo

-Me preguntas cómo eres y yo me tomo unos segundos como si de verdad necesitara pensar una respuesta a eso.- El mejor padre celoso y sobreprotector del mundo. -Te guiño uno de mis ojos, porque sé que estás bromeando y yo lo hago un poco, aunque si seas así conmigo.- Pues si se elabora con sus notas es fiable, ¿no? Pero yo de pociones voy justa, así que… -Me encojo de hombros, pasándote a ti la botella para que la abras y seas tú quien decida cuanto vino necesita para terminar el día.-

-Parece que te piensas como soy, aunque estoy seguro de que ya lo sabes de sobra. Aguantarme durante todos tus años, ha tenido que dar sus frutos. Pero la respuesta que me das me convence, porque sé que lo soy, aunque yo frunzo mi ceño, echando hacia detrás mi cabeza.- ¿Sobreprotector? Nunca se sobreprotege a nadie, incluso cuando lo parece, no estás protegiendo lo suficiente -digo, porque por mucho que queramos evitarles el dolor a nuestros hijos, nunca podremos evitarlo del todo. Hago un gesto respecto a lo de las pociones.- Ya sabes que tu padre en pociones siempre estuvo un poco verde… -digo con una sonrisa en mis labios, cogiendo la botella que me das, cuya etiqueta miro, y leo en voz alta.- Nieto Senetiner… -hago un gesto.- Veremos a ver como es - yo olfateo el vino al destaparlo. Tiene unas notas muy agradables, supongo que en boca será muy agradable, y yo me sirvo la copa un tercio de la misma.-

-Frunces el ceño, aunque no sé por qué pues la respuesta que te he dado pega perfectamente contigo. Pero no me dejas con la duda porque te encargas de aclarármelo y yo río.- A veces no sé cuánto te ha afectado ser Auror en lo de ser padre. -Bromeo, porque la realidad es que, ahora que soy madre, me identifico completamente con lo que dices acerca de proteger a alguien.-

¿Cómo que no me puedes prometer nada? -Niego con mi cabeza fingiendo un gesto de indignación.- Si no es tan complicado esconderlas de las niñas… -Digo porque realmente es de ellas de quienes no me fío de que dejen intactas las galletas que puedan salir de La Madriguera y llegar hasta nuestra casa-

Claro que no es complicado, de las niñas las puedo esconder -digo aunque reconozco que mis métodos han fallado más de una vez-. Pero yo siempre voy a saber dónde están.

-Elevo mis cejas cuando me dices que las puedes esconder de ellas, porque hasta yo que soy su madre, he fracasado muchas veces.- Ya veremos entonces… -Resuelvo antes de reír por la mueca que haces.- De ti me fío más.

Lily y Nico

-Dices algo que me hace olvidarme de cualquier rastro de nervios que pudiera quedar.- Me estás dando mucho mérito… -Empiezo negando con la cabeza.- Y tratándose de felicidad, siempre puede haber más.

Mis padres ya te adoran, ellos también han visto lo feliz que estoy contigo -te aseguro aunque igual comprendo que te ataquen los nervios, sé que nada de lo que diga va a valer para calmarlos del todo-. Te estoy dando el mérito que mereces -digo sin dudarlo-. ¿Más? ¿Y cómo puede ser eso?

Igual a lo feliz que soy yo contigo a mi lado. -Aprieto tu mano, eligiendo creer lo que me dices, confiando en ti y en lo que he conocido de ellos.- Bueno, que somos. -Corrijo para incluir a las niñas en la oración antes de quedarme con lo que dices, sonriendo para aceptar ese mérito que me das y asintiendo cuando me preguntas si más.- Claro que más, ¿o es que tú crees que ser feliz tiene un límite? -Me encojo de hombros mirándote.- Con lo que sigamos haciendo en la vida. -Respondo, porque no sé cuánto más podamos lograr, pero sé que quiero que lo logremos juntos.-

-Aclaras una frase y me doy cuenta de que de esa manera incluyes a las niñas en todo ello-. Yo creo que estando con ustedes mi felicidad no tiene límites -aclaro-. Por eso es que no podrás superarlo, no se puede llegar más allá de lo que no tiene límite. Lo que digo, no sé si te vas a poder superar -agrego alzándome de hombros-.

Pero, si no puedes ver dónde está el límite, ¿cómo puedes saber que no se puede serlo más, que ya llegaste a todo? -Pregunto, imitando lo que haces al alzarme de hombros.- De todos modos, no sé si quiero superarme, me gusta más conservarlo y descubrirlo poco a poco… -Confieso guiñándote un ojo.-

No lo sé, pero vale…Te voy a dejar descubrirlo -digo apretando suavemente tu mano-. Poco a poco

Dejarnos, los dos. -Aclaro a la vez que nos señalo con mi mano libre. Porque esto es algo para compartir y, sin ti, no tendría el mismo sentido.-

Mamá ya me preguntó que talle son las niñas…Creo que ya está buscando regalos para traerles -agrego recordando algo que me preguntó mamá esta mañana-.

Pero si no hace falta que les traiga nada. Seguro que a ellas les hace más ilusión verla, con todo lo que les cuentas de ella y lo que te preguntan…

Algo les va a traer, no vas a tener forma de cambiarle la intención, pero se que a las niñas les va a hacer tanta ilusión verla como a mi madre verlas a ellas.

No pensaba ni tratar de quitarle la intención. Con lo que te ha costado convencerles de venir… -Aunque en realidad esa intención me llena el alma de emoción y de gratitud por todo lo que representa, para mí. Porque no sé poner en palabras lo que es que tus padres quieran a Aster y a Lei por el solo hecho de que tú las quieres, que las acepten porque tú lo hiciste primero. Porque, tal vez, eso me hace más feliz que el que me acepten a mí contigo.-

Nico y Lily

Ya está comenzando a notarse esta vida que vive en mí  💜